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Víctor Vela
Miércoles, 3 de febrero 2016, 20:58
Hay muchas oportunidades perdidas en las cunetas, demasiados caminos sin huellas en las carreteras secundarias. Lo dice Amelia Christanti, una sonrisa recién llegada de Indonesia: «En mi país, los profesores están demasiado pendientes de la línea recta». Un carril único para todos los estudiantes, sin mirar alrededor. «Así que no ayudan a los jóvenes a buscar sus propias necesidades, su vocación, lo que de verdad quieren hacer con su vida».
Hay chavales de Nepal que aún no han podido ponerse en pie después de que su mundo quebrara con el terremoto del año pasado. Hay todavía cicatrices en el país. Demasiadas. Lo cuenta Yagya Raj Aryal, mirada inquieta que acaba de posarse en Valladolid. «¿Los problemas de los jóvenes en mis país?Sin trabajo, sin oportunidades, sin recursos».
¿Con futuro?
Amelia (de la fundación Dejavato Indonesia)entiende que sí. Yagya (de la ONGChange Nepal) así lo cree. Hay futuro. Pero hay que trabajárselo. Pedro López pertenece a Sodeju Fundaju, una entidad que colabora con 150 asociaciones de su país para llegar a 30.000 jóvenes de Guatemala. «Allí hay una importante carencia de oportunidades:en desarrollo educativo, en acceso a un empleo digno, en salud, en vivienda. Pero también existen muchas herramientas que se pueden utilizar para promover el desarrollo de los jóvenes y beneficiar así la diversidad cultural de Guatemala».
Pedro, Amelia y Yagya forman parte del primer eslabón de una cadena que ha empezado a trenzarse esta semana en Valladolid y que, durante el próximo año y medio, perseguirá la formación y la inserción social de jóvenes en situación de vulnerabilidad de cinco países. Son Indonesia, Nepal, Guatemala, Macedonia y España. Fundación Intras promueve desde Valladolid con financiación de la Comisión Europea este proyecto que utilizará las nuevas tecnologías y la televisión como vía de enganche solidario entre los jóvenes de estos cinco países.
Sara Marcos es la coordinadora del proyecto Pals Web TV. «Internet, la tele y las redes sociales enganchan muy bien a los jóvenes. Están acostumbrados a vivir con ello». Y el objetivo es que también les sirva para trabajar, para crear comunidad, para lograr visibilizar sus problemas e inquietudes. El camino para conseguirlo se prolongará durante 21 meses, hasta julio de 2017. Y ahora se dan los primeros pasos, aquí, en Valladolid, en el centro cívico Bailarín Vicente Escudero. Dos representantes de cada uno de los países implicados participan esta semana en la fase inicial. Unas jornadas de formación teórica y práctica.
El lunes volverán a sus países y transmitirán a tres jóvenes lo aquí aprendido: técnicas de reportaje comunitario, métodos de aprendizaje entre iguales, uso eficiente de los medios de comunicación, técnicas de publicidad. Cada uno de esos tres jóvenes implicará en el proyecto a otros 15. Así, al final, habrá 450 personas de cinco naciones, de América, Asia y Europa, implicadas en esta idea, que promueve «la formación y el desarrollo de las capacidades de los jóvenes». Una vez que han aprendido a manejar cámaras y equipos, trabajarán en una serie de temas compartidos para elaborar programas que podrán verse en una plataforma conjunta de Internet. Será el modo de transmitir sus puntos de vista sobre turismo, música, comida tradicional, participación juvenil, cambio climático...
«El objetivo es que jóvenes que se encuentran en situación de desventaja puedan encontrar herramientas para su desarrollo», indica Marcos. Fundación Intras trabaja, por ejemplo, la investigación y tratamiento en salud mental. Los jóvenes de Nepal pertenecen a localidades golpeadas por el terremoto. Los de Guatemala, Indonesia o Macedonia proceden sobre todo de comunidades rurales con difícil acceso a las nuevas tecnologías. El proyecto proveerá a los participantes del material técnico necesario (cámaras, tarjetas de memoria, servicio técnico) para poder sacar adelante estos programas de televisión por Internet, periodismo comunitario que persigue fortalecer el aprendizaje entre iguales y demostrar que, casi siempre, el futuro no está en la línea recta, sino en el paisaje que se asoma a los lados de la carretera.
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