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La placa del puente de Adolfo Suárez aún luce el nombre del aviador franquista García Morato un año y medio después de la aprobación del cambio de denominación.
El alcalde retoma el intento de León de la Riva de legitimar la laureada del escudo de Valladolid

El alcalde retoma el intento de León de la Riva de legitimar la laureada del escudo de Valladolid

La Plataforma por la retirada de los símbolos franquistas reclama su eliminación y la sustitución de los nombres de siete calles

J. Sanz

Domingo, 31 de enero 2016, 19:07

El inminente derribo del monumental mamotreto de bronce, hormigón y hierro que corona el cerro de San Cristóbal en honor a Onésimo Redondo desde el 24 de julio de 1961 previsto para la próxima semana pondrá fin a la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica aprobada en un ya lejano 2007 y que supuso la modificación de doce calles y tres puentes con denominaciones franquistas en 2014.

Lo hará, eso sí, solo sobre el papel, ya que la última sentencia que avaló la intervención del anterior equipo de Gobierno (con Francisco Javier León de la Riva), dictada el pasado noviembre por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), da por ejecutada la resolución anterior que obligó a modificar el callejero hace año y medio, pero deja fuera, a juicio de la Plataforma por la retirada de los símbolos franquistas, al menos, otras siete calles, además de los nombres de tres barrios o la polémica laureada que decora el escudo de la capital.

«Los nombres de las calles son un ejemplo para las ciudades y lo único que pedimos es que impere la lógica democrática y que el Ayuntamiento afronte con normalidad el cambio de las vías que aún rinden homenaje a personajes vinculados con la dictadura franquista», resume el portavoz de la plataforma y presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Julio del Olmo. Su petición, eso sí, colisiona con el contenido de la citada resolución del TSJ, ahora conocida, que fue notificada el 9 de noviembre, en la que los magistrados rechazaban el recurso interpuesto por el coordinador provincial de Izquierda Unida, Alfonso Sánchez de Castro, contra el auto del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 que el 14 de enero de 2015 dio por ejecutada la aplicación por parte del anterior equipo de Gobierno llevada a cabo por orden judicial en junio de 2014 de la Ley de la Memoria Histórica.

Y esta última sentencia es a la que se aferra el actual regidor, Óscar Puente, a la hora de dar por cerradas las modificaciones del callejero. «No tenemos el ánimo de eludir la Ley de la Memoria Histórica, pero los tribunales han dado por ejecutados los cambios realizados conforme al catálogo elaborado por el catedrático Jesús María Palomares a petición del Ayuntamiento, así que considero que entrar en este debate ahora no es una prioridad, como sí lo son otras muchas cuestiones que afectan a los vallisoletanos», apunta el alcalde socialista, cuyo partido forma precisamente parte de la plataforma que reclama los cambios de nuevas calles.

La vía de León de la Riva

Puente aclara que su negativa a tocar de nuevo el callejero o la laureada de San Fernando una distinción militar concedida por Franco a la ciudad, que aún luce en su escudo, «no significa que nos cerremos a dialogar con la plataforma y a estudiar posibles modificaciones a largo plazo, pero insisto en que no es una prioridad».

Tanto es así que el propio regidor desveló que intentará legitimar la laureada por la misma vía que su antecesor, Francisco Javier León de la Riva, es decir, «anulando el decreto de concesión de la misma por parte de Franco rubricado el 18 de julio de 1939, cuyos motivos son detestables, y buscando su concesión por parte del Ministerio de Defensa por los vínculos de nuestra ciudad, entre otros, con el Arma de Caballería».

Esta solución, sin embargo, no convence a la plataforma. «Esa laureada representa un homenaje a los sublevados y su concesión es una aberración en toda regla», apunta Julio del Olmo antes de explicar que aquel decreto, rubricado por Franco en el tercer aniversario del alzamiento (la guerra había terminado el 1 de abril), fue concedido literalmente «como recuerdo a las gestas heroicas de Valladolid en el Movimiento Nacional y (...) a su decisiva aportación en los primeros momentos de la guerra de liberación de España». El propio grupo municipal socialista, entonces en la oposición, calificó hace cinco años como «inadmisible» y «de traca» que la ciudad mantuviera la laureada en su escudo.

Óscar Puente considera que su desaparición supondría «una conflictividad innecesaria» al entender que «nadie se plantea hoy en día su origen», si bien incide en «la cuestión de las calles se puede valorar y estudiar». Así que la laureada, en principio, seguirá decorando el escudo.

Ejecución subsidiaria

Y el callejero, por ahora, también se mantendrá intacto, al igual que los barrios del Cuatro de Marzo, 29 de Octubre o Girón este último fue indultado oficialmente. Solo Onésimo Redondo, el caudillo de Castilla, se bajará de su pedestal en lo alto del cerro de San Cristóbal en los próximos días. «No es una victoria, solo es un signo de normalidad democrática», aclara Julio del Olmo. El Ayuntamiento, por cierto, llegó a remitir un escrito al Ministerio de Fomento titular del monumento en el que le advirtió de que ejecutaría la demolición a su cargo de manera subsidiaria si no lo derribaba. Capítulo, en este caso sí, cerrado.

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