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mónica muñoz
Sábado, 23 de enero 2016, 13:32
El Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada de Valladolid (IOBA) señala a una modificación en la fabricación del perfluoroctano como causa principal de los más de 60 casos de ceguera registrados en España tras una operación por desprendimiento de retina. Todo apunta a un cambio en el modelo de fabricación del perfluoroctano, que es un refrigerante industrial que se emplea desde hace más de 20 años como producto sanitario, pero cuya fabricación no es única para uso médico. Ante algunas evidencias, el director del IOBA, José Carlos Pastor, destaca esta posibilidad y recuerda que el fabricante no está obligado de avisar de los cambios a las empresas comercializadoras, sobre todo, porque no es de uso exclusivo sanitario.
Además, el doctor del instituto universitario asegura que se cumplieron los requisitos de la normativa de la Unión Europea, en su opinión, laxa. «Espero que al final podamos demostrar que es preciso modificar la actual normativa para que no se vuelva a repetir esta «barbaridad», resalta.
Desde hace un mes han aparecido nuevos laboratorios con lotes en mal estado. Incluso, el IOBA apunta a que saldrá a la luz en breve una empresa que también ha empleado el perfluoroctano de este fabricante. Hasta ahora, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha retirado todos los lotes y referencias de la marca Arcotane, de la empresa Arcadoptha, ubicada en la localidad francesa de Toulouse, y distribuido en España por las firmas Phohosa y ASP96, tras informar Suecia el pasado 15 de diciembre de tres casos de pérdida de visión.
Junto a la empresa francesa, la agencia también prohibió el pasado mes de junio la utilización del perfluoroctano de Ala Octa de la firma alemana Ala Medics, cuyos lotes han sido utilizados en el hospital Río Hortega de Valladolid. En estos últimos casos, el IOBA ha demostrado ya su toxicidad en mayor o menor grado. En algunos lotes, el análisis científico demuestra que originan muerte celular en aproximadamente el 99% de las células del epitelio pigmentario de la retina (EPR) y causan cambios degenerativos severos en los explantes (tejidos) de la neurorretina capa interna de la retina. El IOBA se ha convertido en clave para aclarar el origen de la toxicidad de los lotes que proceden de las empresas de la Unión Europea.
Presión en Europa
A través de la agencia española de medicamentos, el instituto universitario mantiene contacto con ambos laboratorios para analizar cada uno de los posibles lotes en mal estado. Cabecera de la investigación, Pastor adelanta que él y la directora médica del IOBA y doctora especialista en Oftalmología, Rosa Coco Martín, formarán parte de un comité de expertos que se creará para estudiar caso a caso y comprobar que las cegueras que surjan están vinculadas al empleo de los lotes con toxicidad del perfluoroctano, porque advierte, que no todos los casos de pérdida visual será culpable esta sustancia.
El director del IOBA, José Carlos Pastor, echa en falta una mayor comunicación con los responsables sanitarios de Castilla y León y con el Hospital Río Hortega. Pastor asegura que nadie de la Consejería de Sanidad se ha puesto en contacto con ellos desde que salieran a la luz los casos de ceguera vinculados al uso de Ala Octa en Valladolid y tampoco del centro hospitalario. Abiertos a la colaboración, Pastor recuerda que estarán encantados de ayudar a Sacyl en lo que haga falta, al igual que mantienen contacto con otras comunidades autónomas como la vasca. En este sentido, lamenta la «opacidad» con la que han sido tratados los afectados en Castilla y León porque considera prioritario que se informe a las personas que han perdido la vista porque la ceguera es una «desgracia terrible» y los casos deben abordarse con sensibilidad.
«La operación de desprendimiento de retina es delicada, y no siempre los resultados son satisfactorios». En el órgano de expertos, también participarán responsables y expertos del País Vasco, una de las comunidades con mayor número de afectados, más de una decena, y el presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, el profesor José María Ruiz Moreno, catedrático de Oftalmología de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Los casos de ceguera que salen a la luz son cada vez más numerosos en la Unión Europea. Una vez demostrada la toxicidad de los lotes, los expertos miran con recelo el uso de este producto que empieza a preocupar a la sociedad científica. De hecho, el director del IOBA viajó ayer mismo a Róterdam (Holanda) al encuentro de invierno de la Sociedad de la Eurretina en la que participan más de 150 expertos y en la que el doctor Pastor propondrá que los casos de ceguera por el uso del perfluoroctano en mal estado se analicen en el próximo congreso que se celebrará en el mes de septiembre.
El número de afectados en España no parece claro. La agencia suma 41 casos, de los que 13 personas perdieron la vista en el ojo operado, aunque el IOBA registra ya más de 60, de los cuales cinco, según la Consejera de Sanidad de Castilla y León, son de Valladolid. Solo los afectados vallisoletanos han planteado una reclamación compensatoria de 1,5 millones de euros, y ya barajan que tendrán que recurrir a la vía judicial para que se reconozca el fallo cometido en sus operaciones de retina por el uso de un producto tóxico. Hasta ahora se ha localizado a dos empresas, una francesa y otra alemana, que comercializaron los lotes tóxicos, aunque desde el IOBA se apunta a que en unos días se conocerá el nombre de una tercera empresa que también ha vendido el perfluoroctano en lotes que, igualmente, están contaminados.
Conocer el origen de la toxicidad de este refrigerante utilizado en las operaciones de retina es la misión del IOBA, cuya investigación ha sido contratada por el Servicio Vasco de Salud, ya que de ello dependerá el posterior proceso judicial de los afectados y, sobre todo, la regulación de la fabricación de esta sustancia de uso industrial para su utilización médica.
La preocupación de los médicos también ha llegado vía redes sociales. Como ejemplo, en la página de Facebook de un congreso anual que se celebra en Elche dedicado a la cirugía facorrefractiva (FacoElche) se expresa preocupación por el control del perfluoroctano. «El caso es sangrante pues da la impresión de que los fabricantes europeos han sido meros empacadores de productos de marca blanca fabricados en países tipo China e India».
La sospecha de que la raíz sea la fabricación y que ésta proceda de países que no pertenecen a la Unión Europea es cada vez más evidente. Este matiz dificulta las investigaciones del IOBA porque será vital demostrar qué es lo que ha ocurrido en el proceso de fabricación, sobre todo, porque las conclusiones servirán en los procesos judiciales. Al tratarse de un producto refrigerante con multitud de usos, la normativa no es tan exhaustiva como la de los fármacos. Pastor recuerda que es un producto sanitario al igual que lo es una gasa y cuestiona la regulación de la Unión Europea, cuya modificación, insiste, es prioritaria porque tiene muchos «huecos». «La casa alemana Ala Medics, de la que proceden los lotes del Río Hortega, cumplió con los controles, con la legislación vigente, pero el problema es que las exigencias legales son insuficientes», incide Pastor.
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