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L. SANCHO
Lunes, 4 de enero 2016, 12:47
Ha sido objeto de expolios, deterioro e, incluso, de olvido por parte de las instituciones en los últimos años. Y cuando la solución a la recuperación del puente y calzada romana asomaba en forma de subvención, el proyecto queda de nuevo sobre la mesa y uno de los elementos patrimoniales más destacados del norte de la provincia, sin restaurar. El Ayuntamiento de Becilla ha rechazado la subvención que el Ministerio de Fomento le concedió hace unos meses dentro del 1,5% cultural por la obra pública para que restaurara este puente y calzada romana con un montante global de 153.646 euros. El nuevo equipo de Gobierno, con la alcaldesa, Rosa González (PSOE), al frente, ha decidido no acometer esta obra porque se antoja «inviable» en estos momentos.
El Ministerio de Fomento concedió a Becilla el 75% del total de la obra, con una subvención de 153.646 euros. Esto quiere decir que el Ayuntamiento debería hacer frente a otros 50.000 euros para costear el total de la obra. «Y ahora mismo eso es inviable, no podemos hacer esa obra, no podemos afrontar la parte que nos corresponde», dice contundente la alcaldesa. El equipo de Gobierno, añade, tiene «muy hablado y bastante claro» que ahora mismo no se puede afrontar esta rehabilitación. «Hay que ser consciente de que es un pueblo muy pequeño y de que supondría unos gastos que Becilla ahora mismo no puede afrontar. Tenemos necesidades básicas que atender, aunque pueda sonar raro y haya quien no lo entienda, pero es la realidad de los pueblos pequeños como éste», añade la alcaldesa.
Subvención de Patrimonio
La decisión no ha sido así compartida por el exalcalde, Gilberto Castañeda (PP), uno de los principales luchadores por rehabilitar el patrimonio de Becilla, en concreto de este puente y esta calzada romana, y encargado dentro del anterior mandato de solicitar la subvención al Ministerio de Fomento. Castañeda recuerda que hace exactamente un año, el 30 de diciembre de 2014, en el transcurso del último pleno de ese ejercicio, él mismo informó de que se había solicitado dicha subvención y de que además se contaba con el apoyo de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que se había comprometido «de palabra» a aportar 50.000 euros de ayuda, lo que equivaldría al 25% que tenía que afrontar el Ayuntamiento. «Ya en el presente mandato, en el único pleno ordinario que se ha convocado, yo mismo volví a explicar a la alcaldesa que el Ayuntamiento tendrían que aportar una parte mínima, porque con los 50.000 euros que Patrimonio se había comprometido a aportar prácticamente se hacía frente al porcentaje que le correspondía poner al Ayuntamiento». Es más, Castañeda apunta incluso a que la parte que le correspondía abonar al Consistorio se presupuestó ya por parte de la anterior Corporación en el Presupuesto de 2015, «por lo que no habría que quitarlo de ningún otro sitio, porque ya estaba previsto ese gasto».
Los municipios beneficiarios de estas subvenciones tenían un plazo de sesenta días para confirmarla, por lo que, a pesar de que el Ministerio suele ser «flexible» con este tipo de ayudas, Becilla ya habría perdido los más de 153.000 euros concedidos. No obstante, la alcaldesa señala de que en cuanto tengan la más mínima posibilidad de afrontar esta restauración «se asumirá, porque es parte fundamental de nuestro patrimonio, pero ahora, y hoy por hoy, es imposible», incide. En los últimos años, el Ayuntamiento de Becilla de Valderaduey ha realizado una serie de iniciativas que tenían como objetivo fundamental el de promocionar la calzada romana y hacer así un llamamiento a las instituciones, de tal forma que se implicaran en su restauración para evitar un mayor deterioro del patrimonio. Así surgió por ejemplo la celebración del Día de Roma, que cada 14 de agosto desde hace once años pretende reunir a vecinos de la localidad y de la comarca en torno a una fiesta que exalte los orígenes romanos de esta localidad regada por el Valderaduey, con una cena para todos los asistentes, que por lo general visten con ropas típicas de la época a la que se refiere esta fiesta. También se instaló una oficina de turismo en el Ayuntamiento con el objetivo de promocionar este símbolo entre los visitantes que pasaran por la localidad, en especial en la época de verano, cuando se sitúa como cruce de caminos entre Palencia y Zamora.
La calzada y el puente romano tienen fechado su arranque en el siglo I según apuntan algunos de los estudiosos más importantes en el ámbito arqueológico. Están declarados Bien de Interés Cultural y en una cata posterior se comprobó que tras las dos primeras capas romanas hay otras de época medieval.
Cuatrocientos metros que acaparan numerosas visitas internacionales
Son solo 400 metros, pero este Bien de Interés Cultural acapara la atención de numerosos expertos internacionales en arqueología e historia. Muchos visitan cada año esta parte del patrimonio de la provincia de Valladolid para contemplar la singularidad de un conjunto que tiene una calzada elevada a ambos lados.
Hace tres años, el Ayuntamiento, entonces capitaneado por Gilberto Castañeda, denunció los continuos robos que sufría la calzada, con expolios de las losas de piedra de la capa superior, lo que estaba ocasionando un deterioro constante en el patrimonio. Fue entonces cuando la Mancomunidad Zona Norte asumió el proyecto como propio y solicitó a la Dirección General de Patrimonio que les concedieran un permiso para crear una escuela taller de cantería que permitiera llevar a cabo la restauración necesaria.
Un año después, en una visita que el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, realizó a la localidad, el alcalde aprovechó para solicitarle también ayuda de cara a poder ejecutar un proyecto de recuperación de la calzada y puente romanos.
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