La Diputación destina medio millón a financiar 23 proyectos de cooperación en más de 15 países

La Diputación de Valladolid destinará 482.114 euros en el marco del convenio suscrito con varias organizaciones no gubernamentales que permitirá desarrollar 23 proyectos de cooperación en más de una quincena de países. La partida servirá para «luchar contra la injusticia y que ésta sea cada vez menor», según explicó el presidente de la institución, Jesús Julio Carnero. 17 de los acuerdos fueron refrendados hoy con 15 organizaciones y se suman a otros seis ya firmados a lo largo del año.

La firma, habitual en la Diputación cuando se acerca el final de cada ejercicio, sentó en la mesa a los representantes de algunas de las oenegés más representativas, quienes agradecieron la ayuda de la Administración, enmarcada, dijo Carnero, en el Año Europeo del Desarrollo, que se celebra en 2015, y que supone un punto de inflexión. Se trata de un mandato de la Unión Europea, en colaboración con la Universidad de Valladolid, para que la institución provincial planifique y eduque en cooperación en el medio rural, que es ámbito de la Diputació.

«Sólo desde la sensibilización puede haber cooperación», deslizó Carnero, quien fue más allá y justificó la necesidad de ayudar al tercer mundo, a pesar de los problemas de pobreza locales. Por ese motivo, llamó a la «solidaridad en otros países, englobada en el concepto de la tolerancia. En este sentido, citó al escritor José Jiménez Lozano, quien dijo recientemente que la tolerancia es reconocer en la otra persona a un ser humano». «Es una buena respuesta para responder a los de aquí cuando preguntan las razones de enviar dinero fuera cuando aquí también hay problemas», manifestó.

Carnero habló de esta cuestión después de que el presidente de Arquitectos Sin Fronteras, David Nieto, una de las organizaciones subvencionadas en la convocatoria, recordara que un señor se había dirigido a él para preguntarle esto mismo cuando su hija «apenas podía pagar la luz y la hipoteca». «¿Qué sería del mundo si todos los países esperaran a tener asentado su estado de bienestar sin ayudar a los demás? Entonces nunca se habría hecho nada por ellos. Si yo estoy en paro, pero mi vecino me pide ayuda, ¿cómo no le voy a ayudar?», cuestionó. «El mundo, es como una gran comunidad de vecinos», espetó Nieto, quien consideró imprescindible que las oenegés expliquen sus proyectos a la gente, tal y como ha hecho su organización en colegios y centros cívicos, que trabaja en Tenancingo (El Salvador) para fortalecer una estructura básica municipal destinada a la compra y venta de productos locales.

Ébola y refugiados

No obstante, no escondió el presidente de la Diputación que queda mucho por hacer y alertó de que cada año se habla de una problemática en el mundo, como si fueran modas. Por ello, recordó que en 2014 se habló del ébola, «que sigue existiendo, pero sólo en África, y ya no se habla de ellos». Ahora son los refugiados, en este caso de Siria, por lo que pidió trabajar la cooperación 'in situ', dando visibilidad para que estas acciones nos repercutan.

Por último, habló de la sensibilización como factor relevante para poder cooperar. Especialmente se dirigió a algunos de los que rodeaban la mesa de firmas. «Os reconozco. Muchos sois funcionarios de esta casa», les dijo Carnero. Por ello, significó la labor desarrollada por los trabajadores de la administración, una profesión «desmerecida y decaída, que además de atender su trabajo, en su tiempo libre contribuyen con una oenegé».

También habló en representación de las organizaciones beneficiadas la delegada en Castilla y León de la Fundación Vicente Ferrer, Luz Sanz, entidad que obtiene 40.000 euros para cambiar la vida de las castas más desfavorecidas de Talupula, en el distrito indio de Anantapur. El proyecto, que consiguió la máxima puntuación, favorecerá a 83 familias y supondrá un cambio muy grande, sobre todo a las mujeres, por el acceso al agua potable y al saneamiento que evitará que tengan que desplazarse muchos kilómetros y sufrirán menos riesgos y violencia.

La Fundación Vicente Ferrer ha construido en la India más de 46.000 viviendas que han repercutido en tres millones de personas. Lo que aquí parece una ayuda insignificante de 1.700 euros, allí es un proyecto de vida y futuro, reiteró.

Incremento de la aportación

La Diputación de Valladolid incrementó en este ejercicio un 4,5% la partida destinada a cooperación al desarrollo. Una tarea en la que también colaboran 38 ayuntamientos de la provincia, cuatro más que el año pasado, y que también han aumentado sus aportaciones.

Los convenios suscritos hoy se suman a los ya firmados con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui para consolidar el programa 'Vacaciones en paz' (10.000 euros), así como la concesión de cinco ayudas de emergencia a esta propia organización por las inundaciones en los campamentos de Tinduf (5.000), a la Fundación Cauce para luchar contra el ébola en Liberia (24.240 euros), a Cruz Roja y Unicef para paliar los daños sufridos por el terremoto de Nepal (15.000 euros en ambos), a la Agencia de Naciones Unidos para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (5.759 euros).

En total, se han presentado, incluidos los beneficiados hoy, 45 proyectos, de los que 17 se desarrollarán con la financiación garantizada de la Diputación. Una docena corresponden a agua y saneamiento, mientras que el resto, a agricultura y soberanía alimentaria, empoderamiento de las mujeres, educación, infraestructuras y servicios sanitarios.

En materia de ayuda humanitaria, las cinco intervenciones que se proponen están dirigidas a colectivos de población en situación de extrema vulnerabilidad, como son los refugiados por conflictos armados. Los sectores de actuación donde se enmarcan estas intervenciones son la salud, la seguridad alimentaria, la educación y la capacitación laboral.