El wifi municipal de Valladolid, apagado desde abril

El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento heredó la conexión a Internet ya apagada y ahora tratará de recuperar el servicio. El concejal del PP y excoordinador de Presidencia con León de la Riva, Fernando Rubio, fue quien desveló, en el pleno del pasado martes, que el servicio de wifi gratuito en 21 espacios públicos de Valladolid no funciona desde el pasado mes de abril, cuando venció el contrato de mantenimiento por cuatro años que se firmó en 2011 con la malograda empresa Gowex.

La prestación permitía conectarse a la red a una velocidad de 512 kpbs en diferentes lugares de exterior, desde la Plaza Mayor hasta la del Milenio pasando por San Pablo o el Patio Herreriano, entre otros muchos. No era una velocidad de vértigo, ni mucho menos, pero facilitaba una utilización puntual para consultar una web o enviar un correo electrónico, siempre y cuando no coincidieran navegando muchos usuarios en el mismo enclave. También se ofertaba una opción avanzada, que, por ocho euros al mes, ofrecía al usuario tres megas de velocidad.

Pues bien, a día de hoy esta prestación es inexistente, a pesar de que siguen colgados los carteles de zona wifi en los puntos con la extinta conexión inalámbrica. Rubio preguntó en la sesión sobre las intenciones que tiene el nuevo ejecutivo municipal respecto de este servicio y animó a retomarlo como una oferta «a pie de calle, que permitiría una reducción de la brecha digital dentro del propio municipio».

El actual responsable del área, el concejal de Participación, Juventud y Deportes, Alberto Bustos, confirmó ayer que los técnicos municipales están analizando qué fórmula sería la más conveniente para volver a ponerlo en marcha, aunque reconoció las dificultades tanto legales como económicas.

Según explicó, la normativa permite dos opciones: contratar con un operador privado su explotación o bien crear una sociedad municipal a tal efecto. La primera solución parece complicada, ya que, según aclaró el edil, la ley de contratos obligaría al Consistorio a cobrar a la empresa por la utilización de sus equipos, que el Ayuntamiento adquirió con fondos del Plan E. En concreto, Gowex recibió 355.000 euros por aquel contrato, que conllevaba tanto instalación de los aparatos como la explotación durante un periodo de cuatro años.

«Parece complicado que algún operador quiera hacerse cargo cuando le va a costar dinero y no podría cobrar por ello», explicó Alberto Bustos. Así, el único beneficio para el adjudicatario podría llegar de las inserciones publicitarias. La segunda tendría que analizarse en profundidad, ya que supondría la creación de un ente público con personal técnico y presupuesto específico en un momento en el que el nuevo ejecutivo está replanteándose la pervivencia de algunas sociedades municipales.

Fernando Rubio matizó ayer que el equipo de gobierno tiene parte del trabajo hecho, ya que los anteriores gestores dejaron elaborado un pliego de prescripciones técnicas para la gestión y mantenimiento de esta red, un extremo que Bustos negó. Se trataría, según el nuevo responsable, simplemente de unas especificaciones de carácter técnico que no resuelven el problema de fondo.

Así las cosas, el Ayuntamiento de Valladolid ha iniciado los contactos con otros municipios españoles que ofrecen wifi gratis en el exterior para conocer qué soluciones están dando a los corsés legales que rigen en la materia.

Desde el Partido Popular recuerdan que en el remanente de tesorería para gastos generales obtenido en 2014 se había reservado una partida de 40.000 euros para ampliar los puntos de conexión a otros barrios de la ciudad. Además, proponían que se estudiase la posibilidad de ofrecer este servicio en la flota de transporte de Auvasa, una opción que, a día de hoy, parece ni contemplarse. Por el momento, con volverlo a poner en marcha en los 21 espacios habilitados ya sería suficiente, aunque parece que costará, según adelantó Alberto Bustos.