Lorena Sancho Yuste
Sábado, 7 de noviembre 2015, 10:03
La Diputación Provincial rinde mañana homenaje en su décimo mandato a los alcaldes de Marzales, Cuenca, Roturas y Bercero, en el cargo desde el inicio de la democracia.
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Cuando el mandato 2015-2019 que prácticamente acaba de comenzar llegue a su fin, hay cuatro alcaldes en la provincia de Valladolid que cumplirán cuarenta años en el cargo. Diez veces respaldados en las urnas, tantas como comicios municipales celebrados desde la etapa de la democracia. Son José Luis Rico, de Marzales; Faustino González, de Cuenca de Campos; Lucas Aguado, de Roturas; y José Antonio González, de Bercero. A ellos les brindará mañana la Diputación un reconocimiento con motivo del Día de la Provincia. Un pequeño homenaje con el que arrancará esa conmemoración de diez décadas de ayuntamientos democráticos y que se prolongará a lo largo del mandato.
Un bastón de mando que, por lo que ellos mismos cuentan, se convierte en bastón de servicio debido a las exigencias que plantea ser regidor en el medio rural.
1-José Luis Rico, alcalde de Marzales: «Te ves enganchado porque siempre te queda algo por hacer o terminar»
El abandono que sufría el pueblo, con las paredes del cementerio hundidas, animó a un joven de 24 años a presentarse a las primeras elecciones de ayuntamientos democráticos con la intención de cambiarlo. 36 años después, José Luis Rico, con 60 velas sopladas, continúa la labor que empezó en 1979 para mejorar Marzales. ¿Qué le anima? «Siempre te queda algo por hacer. Terminas la legislatura y dices, ¿cómo voy a dejar esto así, sin terminar o con este proyecto a la vista?». Una escalera le ha bastado para sustituir lámparas de alumbrado público o instalar placas que nombren las calles. «He sido un empleado del Ayuntamiento», bromea en alusión a los múltiples trabajos que ha desarrollado como alcalde. Su máxima preocupación, dice, es la despoblación, la que ha reducido a 56 los 126 vecinos que tenía Marzales cuando él asumió la primera Alcaldía.
2-Faustino González, alcalde de Cuenca de Campos: «El mayor homenaje lo recibo cada cuatro años, cuando mis vecinos me votan»
De chico soñaba que los 29 árboles censados en el término municipal de Cuenca de Campos se multiplicaran. Cuando termine este mandato, Faustino González, Tinín, habrá dirigido el Ayuntamiento de su pueblo durante cuarenta años y con un censo forestal de cerca de 30.000 árboles. Y asegura que sin perder un ápice de ilusión. Porque si algo le ha mantenido en el cargo estos años ha sido la motivación por desarrollar proyectos que beneficien a su pueblo. «El consultorio médico, la residencia, la casa de cultura, la restauración de la iglesia, la primera piscina de la comarcaHan sido tantos sueños cumplidos», enumera. Probó suerte como diputado provincial y confiesa que le hubiera gustado hacer carrera política (es agricultor y viticultor). Aunque sus diez mandatos como alcalde le han enseñado que la política municipal es «difícil, pero apasionante».
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3-Lucas Aguado, alcalde de Roturas: «Merece la pena trabajar por tus vecinos y por mejorar tu pueblo»
Con 35 años, y a petición de sus propios vecinos, decidió presentarse a las primeras elecciones de la nueva etapa democrática. Diez mandatos después, gobierna en uno de los pueblos más pequeños de la provincia de Valladolid, Roturas. Pero Lucas Aguado se siente respaldado por el agradecimiento de sus vecinos con la labor desempeñada. «La experiencia merece la pena, trabajar por tus vecinos y que te lo sepan agradecer, que es importante», dice este veterano alcalde vallisoletano. Asegura que pese a ser uno de los municipios de menor población de la provincia 33 vecinos censados a 1 de enero de 2014, según el INE, los problemas también existen en Roturas, aunque en su caso agradece el respaldo recibido siempre por sus vecinos. El mayor problema del medio rural, dice, es la seguridad ciudadana, que «es necesario que se refuerce».
4-José Antonio González, alcalde de Bercero: «No soy político, soy alcalde, servidor de la gente de mi pueblo»
Dos veces a la semana, José Antonio González aparca su tarea diaria para atender las necesidades del Ayuntamiento de Bercero. El resto de los días, lo hace sin horario, las 24 horas con disponibilidad hacia sus vecinos. «Somos servidores de la gente, debemos facilitar la labor a los vecinos». Lo tiene claro, desde que con 29 años accediera a representar a su pueblo en los primeros comicios municipales, este histórico alcalde de la provincia asumió que su responsabilidad era mejorar la calidad de vida del medio rural, donde «se carece de casi todo». El respaldo de sus vecinos es lo que le ha animado mandato tras mandato a concurrir de nuevo. En el anterior, incluso, ostentó el cargo de diputado provincial, aunque se apresura a especificar que no es político, sino alcalde. De estos 36 años se queda con el trato de la gente. Es, asegura, su mayor satisfacción.
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