«La llegada de clientes jubilados nos permite no tener que despedir»

Como gerente de uno de los principales hoteles de la capital vallisoletana, Juan Carlos Higueruela Expósito conoce las dificultades que para un establecimiento de cuatro estrellas supone la llegada de la temporada de invierno, en la que caen las entradas de clientes. El hotel dispone de 210 habitaciones y 388 camas, que como es lógico hay que tratar de llenar todo el año, a veces, bajando los precios en la temporada alta.

¿Con cuántos clientes trabajan procedentes del programa del Imserso?

Pues alrededor de 400 al mes durante los seis meses que dura el mismo. Nos llegan alrededor de dos grupos a la semana, que ubicamos en dos plantas. Son clientes que proceden de casi toda España, pero en especial de la zona levantina y andaluza. También vienen de Galicia y del País Vasco.

¿Cuántos días permanecen?

De media, unos cinco días. Hacen noche en Valladolid, y la ciudad la utilizan como base para realizar rutas por ciudades de la comunidad autónoma. Van de excursión una jornada a Salamanca, otra a León o Soria y regresan para cenar en nuestro hotel.

¿Estas estancias del Imserso les ayudan en la facturación anual?

Efectivamente. En el caso de nuestro hotel, es una ayuda importante que nos llega sobre todo porque la provincia está geográficamente en el centro de la región. El cliente que nos llega, no es el que tenemos habitualmente, pero la crisis económica ha provocado que tengamos que asumirlo por los ingresos que genera, y para mantener los empleos.

¿Han llegado a despedir?

De momento, gracias a Dios, no hemos tenido que hacerlo. Mantenemos los 70 empleados durante todo el año. Los clientes del Imserso que nos llegan son un complemento económico para que se puedan mantener los puestos de trabajo en el hotel.