Soraya Rodríguez, Cecilio Vadillo y Emilio Álvarez, la lista de integración del PSOE para las generales

Cohesión. Eso es lo que buscan las familias del PSOE de Valladolid con el acuerdo firmado para cerrar las reiteradas crisis internas, que se agudizan en todos los procesos electorales. Y ese pacto «amplio» y «firme» tiene objetivos concretos: que los cargos electos puedan trabajar en las instituciones sin estar preocupados de los rifirrafes del partido. «El PSOE no puede perder más energía en luchas intestinas» que desgastan y desencantan a sus propios militantes y le hace perder votos, según han expuesto dirigentes y afiliados durante la negociación.

Estabilidad es otra cualidad que busca el PSOE con esta alianza entre los sectores oficial y crítico para fortalecer el partido. Su liderazgo en alcaldías como la de Valladolid, Tordesillas o Medina del Campo le obliga a un «ejercicio de responsabilidad hacia los ciudadanos» que no puede verse empañado por las disputas internas. Consideran que están en una situación inmejorable para restañar heridas y ganar electores: con un Partido Popular enfrente que ha perdido las mayorías absolutas en la Diputación de Valladolid y en la Junta de Castilla y León y con un alcalde socialista en la capital. Eso les obliga a trabajar por los ciudadanos y por sus electores y a no perder energía en enfrentamientos internos.

Asambleas

El proceso para elegir a los candidatos que concurrirán en las listas al Congreso y al Senado por Valladolid en las próximas elecciones generales será la prueba del nueve de esta etapa. Las asambleas en las agrupaciones provinciales comenzarán hoy y terminarán el día 22. En ellas, los militantes están convocados a proponer a sus aspirantes a diputados y senador, aunque el PSOE tiene previsto lanzar una lista de integración que encabezará Soraya Rodríguez al Congreso, Cecilio Vadillo como número dos y Emilio Álvarez como líder al Senado. Estos dos últimos repetirían en el cargo si resultaran elegidos y quedaría fuera de la candidatura al actual diputado nacional por Valladolid, Mario Bedera. De esta forma se integraría al máximo exponente de la corriente crítica con la dirección provincial del PSOE, Cecilio Vadillo. El ex subdelegado del Gobierno ha sido la china en el zapato de Javier Izquierdo desde que hace casi cuatro años este ganara el congreso provincial, frente a la candidatura de Vadillo, que perdió por apenas cinco votos. Desde aquel congreso, los encontronazos entre la dirección socialista y el sector crítico han sido continuos en los sucesivos procesos electorales orgánicos. Será en junio de 2016 cuando los socialistas vuelvan a celebrar un cónclave provincial para la elección de su Ejecutiva.

El cambio de rumbo en la nueva singladura coincide con el inicio de la precampaña de las elecciones generales y de la necesidad del PSOE de demostrar su gestión en las instituciones que gobierna. «Nuestra forma de trabajar permitirá volver a ilusionar a nuestros votantes y eso es lo que debemos trasladar a la sociedad», insisten fuentes de la formación, que confían en que la nueva etapa de «tranquilidad» permita fortalecer el partido y conseguir más presencia institucional en los sucesivos comicios.