Las huellas reales en la Casa Consistorial

Tal vez sí en Barcelona. Puede que haya coronas de más en la Ciudad Condal. Pero aquí, a orillas del Pisuerga, ni los bustos molestan ni hay intención de borrar las huellas monárquicas que la historia ha impreso en la Casa Consistorial.La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, arrancaba a finales de julio la cabeza de Juan Carlos I (una escultura en bronce) del salón de plenos que presidía el Ayuntamiento catalán desde 1976. Yaquello, ya lo han leído, levantó tremendo revuelo.

Aquí, en Pucela, la reproducción de Juan Carlos I puede respirar tranquila. Continuará sin problemas en el espacio que ocupa en la Casa Consistorial. Porque el Rey emérito tiene también su escultura en el Ayuntamiento de Valladolid. Se encuentra en la primera planta, casi a las puertas del gabinete de Alcaldía, y se trata de una reproducción a escala del gran montaje que los artistas Julio, Francisco y Antonio López esculpieron en 2001 para el claustro del Museo Patio Herreriano.

Y esta es una de las muchas muescas que sobre la monarquía ha dejado el tiempo en la Casa Consistorial. Solo una de ellas tiene carácter oficial. Se trata del retrato del rey Felipe VI, colocado a finales de julio del año pasado en el espacio que exige la normativa, «un lugar preferente en el salón de sesiones», como dice el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales. Yno es una foto cualquiera. Patrimonio Nacional remitió el 18 de julio de 2014 un enlace a todas las administraciones públicas para que se pudieran descargar el retrato oficial. Se trata de una foto de Daniel Virgili tomada en el año 2010 a un Felipe VI con traje gris y corbata azul y que se imprimió hace un año con las recomendaciones que hicieron desde Patrimonio. Por ejemplo, que el papel fuera una cartulina estucada de 300 gramos por metro cuadrado y que la imagen se estampara a diez tintas.

Sí, esta es la fotografía oficial, pero rastros monárquicos se pueden encontrar en otros rincones de la Casa Consistorial. Y no todos borbónicos, claro. En el piso principal, a los lados de la puerta de acceso al salón de recepciones, expuestos en la pared, justo encima de las arcas que en su día guardaron los dineros municipales, hay dos grandes tapices donde se reflejan sendos momentos históricos en la vida de los Reyes Católicos. El repostero de la izquierda recuerda el matrimonio de Isabel y Fernando. El enlace tuvo lugar, precisamente, en Valladolid, en el Palacio de los Vivero, el 19 de octubre de 1469. El tapiz de la derecha es una réplica del cuadro de Eduardo Rosales(depositado en el Museo del Prado), en el que una moribunda Isabel la Católica dicta su testamento en Medina del Campo.

Si se accede al salón de recepciones por la puerta de madera que se abre entre los dos tapices, se podrán encontrar más referencias monárquicas. Ysí, en esta estancia decorada por los hermanos Gargalló (donde tienen lugar actos protocolarios y las bodas) también están los Reyes Católicos. Sus retratos figuran en las vidrieras que dan hacia la Plaza Mayor y al balcón consistorial. De izquierda a derecha, en distintas ventanas, pueden verse los rostros en vidrio de María de Molina (reina consorte de Castilla entre 1284 y 1295), Isabel la Católica, el conde Ansúrez, Fernando el Católico y Felipe II, el rey pucelano, que nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527.

Carácter de paisano

Este carácter de paisano de Felipe II hace que encuentre un lugar más en la Casa Consistorial. El despacho de la Alcaldía luce una copia del retrato que le hizo Tiziano, exhibido en el Museo del Prado. Además, sobre el escritorio del alcalde hay una imitación del retrato que Diego de Velázquez realizó de Felipe III (el rey que instaló la capital de la corte en Valladolid de 1601 a 1606).

Y hay más cuadros. Como los tres retratos (de Felipe IV,Carlos IIy Margarita de Austria) que reciben a los visitantes que acceden a la Casa Consistorial por la entrada de la calle Manzana.El techo de la Sala de Comisiones está decorado con un fresco alusivo a IsabelII. Sobre la puerta del salón de recepciones hay una lápida que recuerda el acto de los estandartes de caballería que el 4 de mayo de 1921 rindió homenaje con Alfonso XIII y las reinas Victoria Eugenia y María Cristina.