Salir, beber, ¿el rollo de siempre?
Una visión particular de lo que nos podemos encontrar el sábado 15 de agosto en las fiestas patronales que invaden el territorio vallisoletano
CHENCHO ALONSO
Jueves, 13 de agosto 2015, 09:33
El día 15 de agosto en la provincia de Valladolid es sinónimo de fiesta, es sinónimo de toros y es sinónimo de bailes. Muchos son los pueblos que celebran sus fiestas patronales entorno a estos días y muchas las actividades que tienen programadas para que estas jornadas se conviertan en algunas de las más especiales y esperadas de todo el año.
Actividades para todos. Para los mayores y para los pequeños, para los que corren delante del toro y para los que prefieren verlo sentados en la plaza, para los bailones y para los más tímidos, para los más dinámicos y para los que son un poco más perezosos, para los de vino tinto y para los que prefieren verdejo, para los devotos de su santo y para los de la canción del verano, para los que madrugan (o mañanean) y para los que trasnochan. Para todos, y si no os lo creéis, atentos.
No hay mejor manera que madrugar para aprovechar el día y por eso la programación comienza bien pronto. A las 7 de la mañana, en Geria celebran la diana floreada con salida desde el ayuntamiento y amenizada por la charanga La Clave. Si esto ha conseguido quitarte las legañas, tienes más opciones para continuar la ruta. En Wamba te puedes unir a los rezagados de la madrugada del viernes y seguir bailando con el mañaneo y las charangas desde las 8. Si quieres cambiar el rumbo y eres de los que disfrutan con la adrenalina y las carreras cerca de los toros, en Tudela de Duero, también a las 8 sueltan el llamado Toro del Alba, donde liberan un único astado por el recorrido del encierro y donde cada año se viven momentos muy tensos.
De los encierros al 'chúndara'
También en Tudela y en Cabezón de Pisuerga a las 12 se celebran las Santas Misas en la que se venera al patrón con las procesiones por las calles del pueblo. Si te has quedado con ganas de más cuernos, a la una del mediodía, comienza en Rueda, el Toro del Verdejo un encierro del mismo estilo que el anteriormente mencionado en Tudela. Si el calor aprieta y necesitas refrescarte tienes una cita obligada con el Tío Bernardo y el famoso chúndara de Peñafiel a las cinco. Un pasacalles amenizado por la banda municipal de música que recorre el centro de la localidad mientras los vecinos tiran agua desde los balcones. La otra opción a esa misma hora, ésta mucho más typical spanish, es la siesta popular que tienen preparada en Geria, seguramente para compensar el madrugón de la diana y hacer frente a una larga madrugada hasta el domingo.
A las seis y media de la tarde en Wamba hay concurso de disfraces. Seguro que muchos han trabajado duro para sorprender y disfrutar de unos de los momentos más esperados de la fiesta. Las risas están aseguradas. A las ocho, en Quintanilla de Onésimo se celebra la merienda popular, donde se reúnen todos los vecinos para cenar juntos antes de acudir a la plaza de toros. Buen momento para recargar pilas con buena comida y un buen vino de la Ribera del Duero. Para los más devotos, en Cabezón de Pisuerga a la misma hora se abre el besa pié al santo hasta las once de la noche. En Rueda, también a las ocho, sacan el Toro del Cajón para que la fiesta no decaiga y preparar el ambiente nocturno.
A partir de aquí, bailes, orquestas, disco movidas, bebida, diversióna las 23:30 las peñas de Wamba ofrecen la I Chupitada en la que seguramente dejen correr al famoso ciervo de Jägermeister a su libre albedrío y a la que todo el mundo está invitado. Se avecina una noche eterna entre gozaderas, vecinitas, mordiditas y unas dosis del rock and roll más inmortal con el que debe despedirse toda orquesta que se precie, a la espera de un domingo larguísimo de toros, misas, vermuts y mojadas. Y hasta un concurso de pesca mañanero.
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