Portillo inaugura la receta electrónica en Castilla y León

Ya comienza a ser una realidad. La receta electrónica ha comenzado este viernes a funcionar en Castilla y León. Aunque de momento solo es una prueba, que durará ocho semanas antes de extenderse a toda la región. El lugar elegido para comenzar a testar el funcionamiento fue el municipio vallisoletano de Portillo. La primera paciente, Josefina García Garnacho, de 82 años.

Al llegar a la consulta de su centro de salud, la doctora le explicó a Josefina el funcionamiento de la nueva receta electrónica, consistente en la eliminación de las recetas en papel, entregando únicamente una hoja con el tratamiento a seguir, que indica en qué momento el paciente debe volver al médico para la revisión de su tratamiento. Ahora las recetas van a través de la tarjeta sanitaria, que se debe llevar siempre que vayan al médico o a la farmacia para recoger sus medicamentos.

Una vez terminada la consulta, Josefina se trasladó hasta la farmacia de la localidad para comprar sus medicamentos. Allí el farmacéutico, Carlos Sanz Botín, le pidió su tarjeta sanitaria y, tras pasarla por el lector, comprobó al instante los medicamentos que la paciente tenía prescritos. También la explicó que, en caso de que se le olvidase la tarjeta, podría llevar la hoja de tratamiento para que le dispensaran sus medicamentos.

Sanz Botín afirma que el programa es más «engorroso» en cuanto a que tienes que abrir el programa y hacerlo todo «a través del ordenador cuando antes con ver las recetas e ir a por ello valía», pero también señala que «ahorramos en papel».

Por su parte, la doctora Lourdes Martín, afirma que es «un ahorro de tiempo de frecuentación de consulta del 20 por ciento» según les han explicado, y que en la práctica «ahora sobrecarga un poco hasta que manejemos el programa». Para ayudar con la consulta del día a día en lo que se hacen con el manejo del programa, se ha puesto a personal de refuerzo en el centro para que se puedan dedicar más a conocer el nuevo sistema informático.