Los pedrajeros que asistieron al encuentro lucieron un pañuelo naranja para identificar a toda una generación.

Los niños del Simca 1000

45 pedrajeros nacidos en 1965 celebraron en la localidad su medio siglo de vida

cruz catalina

Martes, 14 de julio 2015, 15:00

Nacieron al ritmo del tema Qué bueno, qué bueno con el que Conchita Bautista representó a España en el Festival de Eurovisión, con el nefasto resultado de cero puntos.

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Aquel año en el que se acuño el célebre lema Haza el amor y no la guerra, sus padres y madres bailaban populares temas como La Yenka, de Charley Johnny & Charley Kurt; Yo no soy esa, de Mari Trini; Sólo tú, de Módulos; Tracatrá, de Peret; y el desgarrador Help de Tony Ronald, que triunfaba aquel verano de 1965.

Ese fue un año del hippismo, las minifaldas, la música yé yé, las vespas y la irrupción en el mercado automovilístico español, compitiendo con otros modelos, del afamado utilitario de cuatro puertas denominado Simca 1000, fabricado por la marca francesa del mismo nombre al que años después el grupo musical Inhumanos dedicara una canción titulada Que difícil es hacer el amor en un Simca 1000.

Casi seguro que los 45 pedrajeros de nacimiento o adopción, nacidos aquel 1965, corearon alguna vez el tema en los años 80, cuando alcanzaron la mayoría de edad, y que este fin de semana han protagonizado un emotivo encuentro con el que han conmemorado su medio siglo de vida, compartiendo y rememorando vivencias y anécdotas de su niñez, juventud y su actual situación, unos como madres y padres de familia y otros como solteros y solteras sin compromiso.

Aunque muchos de los asistentes al encuentro residen de forma habitual en Pedrajas de San Esteban, donde algunos son conocidos profesionales de los más diversos ámbitos, no faltaron los que se desplazaron desde otras localidades próximas como Íscar, Alcanzarén, Mojados y Medina del Campo, la propia capital vallisoletana y la comunidad autónoma madrileña.

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El programa del encuentro, además de una misa de acción de gracias en el templo parroquial, donde recordaron a los cuatro fallecidos, incluyó una cena de hermandad, baile y copas hasta altas horas de la madrugada. Los ya cincuentones se dejaron ver merced al pañuelo color naranja que portaban anudado al cuello con la inscripción: Made in 1965. 100% Originales. Pedrajas de San Esteban.

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