El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, junto a la concejala de Cultura, Ana Redondo, asiste a la procesión fluvial en honor de la Virgen del Carmen, organizada por la Asociación Cultural Amigos del Pisuerga con el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid.

Óscar Puente asegura que abrir los comedores escolares durante el verano es la decisión más importante que ha tomado como alcalde

Ha aprovechado su participación en la procesión fluvial de la Virgen del Carmen para hacer balance de su primer mes al frente del Ayuntamiento de Valladolid

EL NORTE

Domingo, 12 de julio 2015, 18:24

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, destacó hoy el «balance muy positivo» en su primer mes al frente del Ayuntamiento de la capital desde que tomara posesión del bastón de mando, un tiempo en el que ha sentido la «buena acogida y mucho respeto» por parte de la ciudadanía. A su juicio, este debut en el Consistorio, con una «agenda infernal», le ha servido para tomar decisiones muy importantes, entre ellas la apuesta por abrir los comedores escolares durante el verano. «Probablemente será una de las cosas más grandes que hemos hecho y vamos a hacer porque es mucho más importante eso que un palacio de congresos o un puente», sentenció. No en vano, defendió la atención de las necesidades de las personas.

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Puente mencionó que otras de las medidas adoptadas por el equipo de Gobierno municipal ha sido la supresión de la patrulla de la Policía Local a caballo, «en la dirección en que la ciudadanía espera». Apuntó que el Ayuntamiento no puede mantener «cosas que no son operativas», algo que quedó demostrado con la propia memoria de la Policía. «No es posible mantener este tipo de servicios superfluos y luego decir, tal y como decía el anterior equipo, que no había recursos para atender las necesidades de los ciudadanos».

Preguntado por si había aprovechado para pedir algo a la virgen, el nuevo alcalde de Valladolid confesó que «los políticos no tenemos que pedir ni a Dios ni a la Virgen porque hay que trabajar y aportar soluciones». Se mostró partidario de desligar lo espiritual con su labor porque, a su juicio, ahora toca trabajar por la ciudad para «que las cosas salgan bien».

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