Siete muertes en 72 horas

La muerte de una estudiante de 18 años al caer desde lo alto de un decimocuarto piso de un bloque de apartamentos de Gandía abrió el martes por la mañana la espita de la tragedia para dar paso a una semana negra, la que hoy acaba, en la que han perdido la vida nada menos que siete vallisoletanos en toda suerte de accidentes registrados en emplazamientos tan variopintos como la propia Gandía (Valencia), Mahón (Menorca), Cigales y Palma de Mallorca y con tan solo 72 horas y 35 minutos de diferencia entre el primero y el último.

Los funerales oficiados ayer por tres de las víctimas, el matrimonio que perdió la vida el jueves sobre el asfalto en Cigales y el guardia civil de Tráfico oriundo de Gatón de Campos que fue atropellado ese mismo día en la capital balear falleció a las 2:05 horas del viernes siguiente, cerraron una semana más que negra, sin duda, en la que el luto por la sucesión de vidas sesgadas ha recorrido la provincia de punta a punta.

Las cuatro tragedias, todas ellas accidentales, se produjeron el martes a las 7:30 en Gandía y ese mismo día, esta vez en un hospital de Mahón y ya por la noche, llegaba el segundo la muerte de un joven de Arrabal de Portillo que había sufrido una caída desde el ático de un hotel de Menorca 16 días antes. El miércoles dio una tregua y el jueves se sucedieron la brutal colisión frontal entre un turismo y una moto en Cigales a las 18:45 horas allí murieron dos matrimonios y, apenas una hora después, era el agente, cántabro de nacimiento, pero con raíces en la localidad terracampina de Gatón de Campos, el que era arrollado en acto de servicio por una furgoneta en una autovía de Palma. El guardia civil moriría unas horas después, a las 2:05 ya del viernes, en un hospital de la propia capital balear.

Luto en ocho localidades

El dolor por las siete muertes registrada en ese intervalo de tan solo 72 horas y 35 minutos alcanzó, primero, a la capital y a Viana de Cega, los dos municipios con vínculos con la joven María, de 18 años, que murió el martes en Gandía. Después, esa misma noche, el dolor llegaría a Arrabal de Portillo, el pueblo natal de Juan, de 32 años, el fallecido en Menorca.

La tragedia sacudió el jueves de nuevo a la capital, así como a Ampudia (Palencia) y Cantalpino (Salamanca), por la muerte del matrimonio formado por Máximo y Rufina, de 75 y 69 años naturales de los citados municipios, pero afincados en los bloques de XXV Años de Paz de La Rondilla; así como a Cigales y Traspinedo, donde residían o habían nacido Israel y Rebeca, ambos de 33 años, la otra pareja de recién casados implicada en el accidente de la carretera secundaria (VP-4401) que conduce a Cigales. El viernes, por último, era Gatón de Campos el que lloraba la pérdida de José María, el hijo de la alcaldesa, Ana María, y agente de la Guardia Civil de Tráfico.

Semejante sucesión de desgracias cuenta con pocos antecedentes en la historia reciente de la crónica negra de la provincia. El único nexo común entre todas ellas es que fueron causadas por accidentes en los que la mala fortuna, puede que en algunos casos con una pequeña dosis de imprudencia, se cruzó en el camino de María, Juan, Máximo, Rufina, Israel, Rebeca y José María. Los siete descansan ya en paz después de tres días consecutivos de sepelios celebrados en distintas localidades de la geografía provincial y nacional, que concluyeron a primera hora de la tarde de ayer en la parroquia de San Fernando, en el polígono de viviendas de XXV Años de Paz, y en una iglesia castrense de Palma de Mallorca.

Causas accidentales

En cuanto a las causas de los cuatro siniestros, la mayoría están más o menos claras, pero aún bajo investigación policial. La estudiante del colegio San José se precipitó desde lo alto de un bloque de apartamentos de Gandía, al parecer, al intentar acceder al mismo por el balcón, mientras que el joven de Arrabal se coló a un patio interior por la claraboya del ático de un hotel de Platges de Fornells. Después llegaría la colisión frontal de Cigales, en la que la moto en la que viajaba la pareja más joven se empotró contra un turismo, el del matrimonio de XXV Años de Paz, al invadir el carril contrario. El agente de Palma, por último, fue atropellado por una furgoneta cuando atendía a las víctimas de un choque anterior en una autovía.

La provincia llora aún la pérdida de las víctimas de esta semana negra.