El Ayuntamiento de Valladolid desactiva el 'bolardo asesino'

El bolardo asesino descansa ya en paz bajo tierra, en el mismo lugar donde ha trabajado durante los últimos cinco años. No volverá a asomarse ni a provocar ese desasosiego entre los que metían el morro de sus coches en la entrada de la calle Manzana. El Ayuntamiento de Valladolid ha desactivado el dispositivo que regulaba el acceso de vehículos a la Plaza Mayor. En su lugar, una cámara vigila desde una de las columnas de los soportales de la calle Cebadería la entrada de coches al subterráneo. De momento, la Concejalía de Seguridad y Movilidad ha colocado el objetivo para controlar el tráfico de automóviles al estacionamiento, pero la intención es que el aparato funcione más adelante como los que retratan a los turismos que se saltan los semáforos en rojo. Foto y sanción.

El edil del área, Luis Vélez, avanza que se baraja la opción de que la multa sustituya al pivote, una alternativa que ya manejó el gobierno de León de la Riva tras las críticas recibidas por la violencia del cilindro. Es la alternativa menos destructiva si se quieren evitar cuantiosos daños en los bajos de los automóviles y, al mismo tiempo, se quiere poner veto a las retenciones en la plaza de la Rinconada a la espera de un puesto en el subsuelo del corazón de Valladolid.

Y es que desde noviembre de 2010 cuando el anterior equipo de gobierno puso en marcha el dispositivo, instalado por la empresa Telvent, más de cuarenta vehículos han dejado sus partes más íntimas en esta pieza de acero. Es verdad que todos, según los datos que maneja el Gabinete de Movilidad del Consistorio, infringieron la norma y no respetaron la señal de prohibición. Varias sentencias judiciales lo avalan. Pero no es menos cierto que el castigo era excesivo con averías que ha llegado a suponer hasta 3.000 euros de desembolso a los propietarios de los vehículos. La sanción por saltarse un semáforo en rojo conlleva una multa económica de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.

Reforzar la señalización

Lo que tienen claro en el Consistorio es que la vigilancia en el acceso debe continuar para evitar que largas colas de coches invadan la calle Manzana y la Plaza Mayor a la espera de que alguna plaza del estacionamiento quede libre para poder aparcar. También se había barajado la posibilidad de colocar una barrera de sube y baja, pero los técnicos desaconsejan esta opción para no interferir en una zona con mucho tránsito peatonal. Así, una de las medidas que acompañarán a la instalación de la cámara es el refuerzo de los carteles luminosos que ahora advierten, en la plaza de la Rinconada, de que el aparcamiento está al completo y que es mejor circular, darse una vuelta a la espera del desalojo. El compromiso de acabar con el contundente método de control de acceso lleva en la agenda del PSOE prácticamente desde su instalación. Los entonces concejales de la oposición eran testigos directos de los diferentes incidentes en este punto, ya que en el anterior mandato las ventanas de los despachos de los socialistas daban a la calle Manzana.

El PSOE siempre ha defendido, además, sacar los accesos al subterráneo de la Plaza Mayor. Hacer las rampas de acceso y salida del subterráneo fuera de la principal ágora de la ciudad para que no suponga un peligro para las miles de personas que a diario atraviesan este céntrico espacio. Esto permitiría también mantener el estacionamiento abierto cuando se celebren eventos festivos o de otro tipo. Y es que actualmente el estacionamiento cierra varios días al año por este tipo de circunstancias. Esta intervención, con un coste económico importante, tendrá que esperar todavía.