El acusado del crimen de la calle Isla asestó 17 puñaladas a la víctima

No lo tiene fácil el abogado del autor confeso de la muerte a cuchilladas de un joven de 18 años registrada hace dos años en una casa semiabandonada, y utilizada para plantar marihuana, de la calle Isla. Y quizás por eso recurrió ayer, al inicio del proceso con jurado, a un argumento un tanto sorprendente a la hora de alegar que su cliente «lo único que hizo aquel día fue defenderse de los ataques de su amigo» y de añadir, y ahí va la sorpresa, que le asestó 17 cuchilladas «no con el ánimo de matarle sino para decirle que por favor dejara de golpearle», es decir, en defensa propia.

Desde luego, y de demostrarse que fue así, sería una manera poco piadosa de pedir nada. Pero ahí lanzó su órdago el abogado defensor de Andoni Gustavo R. M., el joven de 21 años que hace dos, en la madrugada del 16 de junio de 2013, acabó con la vida de su amigo de la infancia y compañero de piso Roberto V. F., de 18. El letrado, en su alegato inicial ante el tribunal popular, anticipó que solicitará su absolución al entender que el acusado actuó no solo en defensa propia sino con una intoxicación plena de alcohol y drogas (marihuana y cocaína) y movido por un «miedo insuperable» ante el ataque de su compañero, del que llegó a decir que aquella madrugada estaba «como poseído» fruto de la ingesta de las mismas sustancias. Ambos, añadió, iban «drogados y bebidos».

Descuartizar el cadáver

El problema es que esta versión solo se sustenta sobre el testimonio de Andoni Gustavo, el superviviente de aquella supuesta agresión. Su amigo Roberto, al que conocía por haber compartido ambos una larga estancia en el centro de menores Zambrana, murió fruto de una hemorragia masiva después de recibir 17 cuchillas en la espalda y en el pecho. El cuerpo, además, no fue encontrado, y por casualidad, hasta mes y medio después, cuando los agentes acudieron a la citada casa semiabandonada de la calle Isla, próxima al Callejón de la Alcoholera, cuando un grupo de jóvenes intentaba robar las plantas de marihuana.

En lo único que coinciden las acusaciones el fiscal y el abogado de la madre del fallecido y la defensa es en que ambos eran amigos, vivían de okupas en un piso de Delicias y compartían el cuidado de la plantación de marihuana de la calle Isla. El fiscal, de entrada, reconoció ayer que «no sabemos de qué discutieron exactamente, pero sí que le asestó 17 cuchilladas, que acabó con su vida y que intentó descuartizar el cadáver después de denunciar su desaparición». Así que en su caso solicita 12 años de prisión por homicidio. El letrado de la acusación particular, por su parte, eleva la calificación a asesinato pide 15 años y argumentó que «si no hubiera tenido intención de matar a Roberto, no le habría dado las 17 cuchilladas». Con ellas, a su juicio, «provocó un mayor sufrimiento a la víctima».

Así que las cartas ya están sobre la mesa y hoy tendrá el turno para defenderse el propio acusado, Andoni Gustavo R. M., quien prestará declaración en la sala de vistas de la Audiencia Provincial ante el tribunal popular conformado por cinco mujeres y cuatro hombres. Ellos deberán dictaminar la culpabilidad o no del joven y de su veredicto dependerá la calificación final del crimen, es decir, si fue un homicidio o un asesinato con agravantes como el ensañamiento o eximentes defensa propia, miedo, intoxicación....