La emotiva carta del los alumnos del IES Vega del Prado a Santi Trancho

La muerte de Santi Trancho sigue provocando reacciones, desde la de Frank Cuesta hasta la de Nacho Medina, su compañero y jefe en la productora para la que trabajaba.

Trancho también dejó su huella en los alumnos del IES Vega de Prado de Valladolid donde acudió a dar una charla a petición de los propios estudiantes. Esta tarde a las 18:25 h., antes del recreo, se ha guardado un minuto de silencio, en memoria del cámara.

Precisamente ellos, los alumnos del Ciclo Formativo Superior de 'Iuminación, captación y tratamiento de imagen' recuerdan su charla con cariño y rememoran su entrega. "No nos costó convencerle para que vinera. Le gustaba mucho hablar con los estudiantes para contagiarles la pasión por su oficio".

No era la primera vez que Santiago Trancho visitaba el centro para transmitir sus concimientos y sus ganas de trabajar. Y así, con más empuje que nunca para comenzar su vida laboral es como salieron del salón de actos. Los chicos hacían cola para hacerse fotos con él, hasta que uno de los organizadores tuvo que llevárselo. Los ponentes de las jornadas, los profesores y los estudiantes que habían organizado el evento compartieron mesa y mantel.

Además, los alumnos han querido recordarle y apoyar a la familia públicamente mediante una carta que han distribuído a través de las redes sociales y a varios medios de comunicación. En ella se muestran tristes por la pérdida y vuelven a destacar, una vez, su entrega por el trabajo.

Carta completa de los alumnos del IES Vega del Prado a Santiago Trancho:

«El pasado sábado la tragedia llamó a la puerta de un grande, la injusticia jugó, una vez más, una muy mala pasada a alguien que no lo merecía. Santi Trancho falleció en un accidente de tráfico y hoy los alumnos de Imagen del Vega de Prado de Valladolid sentimos su muerte desde lo más profundo de nuestro ser.

Una semana antes del suceso pudimos conocer a Santi, bastó muy poquito tiempo para descubrir en él a una persona maravillosa. Pronto supimos que era especial, hizo de su viaje una odisea y a su llegada el auditorio entero lo esperaba ansioso.

Qué entrada triunfal compañero, nos ganaste hora y media antes de conocerte. El veni, vidi, vici se quedó corto aquel día. Tus palabras ardían, tú ardías. Tú querías que nosotros ardiésemos. En ti vimos verdadero amor por esta profesión. Querías contar historias y ahora es la tuya la que contamos. Maldita mala suerte Santi, «la suerte no existe chicos- dijiste- la suerte es trabajo». Y esto qué es.

Como si conocieras tu terrible desenlace te encargaste de inyectar vida en cada uno de los jóvenes que te escuchábamos entusiasmados esa mañana. Nos hiciste vibrar. Queríamos comernos el mundo, como tú. Derrochabas vida por los cuatro costados, transmitías energía.

Tu visita no fue en vano Santi Trancho, hoy lloramos tristes tu pérdida, pero mañana recordaremos tus palabras y sé que habrán servido de inspiración para muchos de nosotros.

Sabiamente nos aconsejaste que trabajáramos siempre al 140% si queríamos llegar a algo y ahora, aunque tal vez sea tarde, te agradecemos de todo corazón, no sólo que nos lo dijeras, sino que ese jueves perdieras un tren y te las ingeniaras para llegar puntual al auditorio donde te habíamos citado, demostrándonos que sólo así se puede triunfar.

Santi, compañero, amigo, descansa en paz».