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Mar Domínguez
Sábado, 7 de marzo 2015, 13:08
Desvelado el cabeza de lista del PP al Ayuntamiento de la capital, las negociaciones siguen abiertas y enconadas para designar al número tres, que es quien podría gobernar la ciudad si Javier León de la Riva resultara inhabilitado. Mientras tanto, se han iniciado ya tanteos para completar una candidatura en la que no estarán ni la concejala de Urbanismo, Cristina Vidal, ni el edil de Movilidad, Seguridad y Patrimonio, Manuel Sánchez. Vidal ha sido la munícipe más cuestionada por los dos grupos de la oposición (PSOE e IU) y su área, Urbanismo, la más polémica en este último mandato. Aunque ni ella ni el alcalde han cedido a las reiteradas peticiones de dimisión o destitución, sí es cierto que León de la Riva llegó a quejarse públicamente de que se sentará en el banquillo de los acusados por cumplir tarde la sentencia del derribo de los áticos del edificio de la plaza Zorrilla, un asunto que había delegado en Cristina Vidal y que ha puesto al propio Javier León y a todo su partido a los pies de los caballos. Será el 27 de abril cuando le juzguen y de la sentencia dependerá que pueda continuar o no en la actividad política.
La Concejalía de Urbanismo es la que ha concentrado los fiascos con peores repercusiones económicas para las arcas públicas. El último, el caso Zambrana, un conflicto urbanístico que conlleva el pago de 21 millones de euros a la comunidad de herederos de Juan Puentes por la expropiación de su finca de labor en 1943 para construir el reformatorio. La «desidia» con que se ha dirigido el área, según la oposición, llevó también a los grupos ha denunciar un retraso de 31 meses en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, o a que, por cuarta vez, caducara el periodo de cobro de una multa por el derribo de las fachadas protegidas de Labradores. Esta sanción habría supuesto unos ingresos de 1,2 millones en las arcas municipales.
Pero además, el Ayuntamiento ha soportado el pago de casi 1,7 millones de euros por un error urbanístico en la calle Niña Guapa y este año no podrán ejecutarse 26 obras, por valor de 2,3 millones de euros porque las certificaciones no se ejecutaron a tiempo. Vidal no quiso ayer pronunciarse sobre su gestión ni valorar sus ocho años al frente del departamento de Urbanismo, aunque sí reconoció que a partir de junio, finalizado su compromiso electoral, se replanteará su futuro profesional fuera de la política, aunque «seguiré afiliada al Partido Popular y en los cargos orgánicos del partido».
Fue «hace tiempo» cuando Vidal comunicó al alcalde su decisión de no continuar, aunque su marcha no la vincula a su gestión. Es defensora de la limitación de los mandatos y considera que ocho años son suficientes para desarrollar un proyecto político.
Quien tampoco acompañará a León de la Riva en su sexto mandato si consigue iniciarlo es Manuel Sánchez, actual concejal de Seguridad, Movilidad y Patrimonio, amigo personal del alcalde, fiel compañero de filas y quien ha pasado por distintas áreas desde que se embarcó en la política municipal. El caso Samaniego posible adjudicación irregular de obras municipales a empresas del entorno familiar del exjefe de Mantenimiento del Ayuntamiento de Valladolid por valor de 11,2 millones de euros ha salpicado a su departamento en el final de su actividad municipal. Jubilado de Renfe, Sánchez ha sido la persona de confianza de León de la Riva, aunque la mano derecha del regidor es Mercedes Cantalapiedra, concejala de Cultura, Comercio y Turismo, y cuya continuidad en puestos de salida enfrenta al alcalde, su único valedor en el PP, con la dirección del partido. Fuentes municipales apuntan a que Jesús Enríquez, Fernando Rubio y Alfredo Blanco continuarían en el equipo del candidato, pese a que con este último se habría tensado la relación.
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