«Si UPyD se une a Ciudadanos puede ser la fuerza que determine el Gobierno»

Un eurodiputado de UPyD y uno de Ciudadanos. Fernando Maura y Javier Nart. ¿Debate? Pues no, más bien presentan una iniciativa conjunta que busca conseguir «a través de la presión de la sociedad civil» lo que no se ha conseguido mediante las cúpulas de ambos partidos:crear una alianza que atraiga al electorado en el espectro del centro derecha.

Iniciativa Ciudadana Europea se llama esta asociación que hoy presentarán en Valladolid en el club de Opinión Santiago Alba (20:00 horas, hotel Felipe IV). Es la sexta ciudad por la que pasan tras Valencia, Granada, Murcia, Toledo y Bilbao. Y no se ha llegado antes hasta aquí porque había que cuadrar las fechas con el foro.

«Valladolid es muy importante», avisa Maura. Y tanto. La capital es un lugar estratégico. Entre ambas formaciones sumaron 17.742 votos en Valladolid en las últimas europeas. El riesgo, estima Maura, es que esos votos se disgreguen del mismo modo que parece que puede pasar con el lado izquierdo del electorado. «Lo que queremos es unidad, y lo que se pretende es que lo que no fue posible a nivel de partidos políticos, sacar una lista conjunta, sea posible por presión de la sociedad civil, que debe encargarse de solucionar el problema», dice.

Ante la fragmentación, la unidad. «Pensamos en lo que pasó en las primeras elecciones, con cincuenta o cien partido soscialistas.La ciudadanía eligió uno.Y la idea es la misma. Planteamos que es necesario que exista esa unidad, especialmente en esta situación».

Y esta situación es la que provoca la ley electoral, con ese reparto del método DHont y la norma que establece que por debajo de un 5% de los votos no hay representación. «Teniendo en cuenta que la ley electoral, en un espacio político en el que los mejores sondeos arrojan un 17%, si uno de los dos partidos no llega a un 5%, de acuerdo con el sistema legal acaba por no tener representación, y eso sería muy grave.Si hay un empate entre UPyD y Ciudadanos, podrían quedarse los dos fuera».

Ese es el riesgo.A cambio, por el lado contrario asoma la posibilidad de convertirse en bisagra. En ese partido que decida quién y cómo gobierna este país a partir de noviembre. «Si van los dos juntos sería como un vasodilatador, habría una suma de votos, pero con un plus, porque hay una ciudadanía que lo reclama. Hay cuatro millones de votos de personas sin decidir qué van a hacer, según la última encuesta del CIS, y podíamos estar hablando del orden de un mínimo de 18-20 escaños para arriba en las elecciones generales. Se convertiría en la fuerza política que determinaría el gobierno de España, lo que resulta de una importancia clave en el momento actual».

Contra el «populismo»

Las opciones, para los electores, son múltiples. Muchas más de las que ha habido, con cierta relevancia, en los comicios generales desde hace décadas. Sin embargo, para Maura se resumen únicamente en tres.O se perpetúa el bipartidismo con PP y PSOE muy por encima del resto, o se apuesta por el populismo, o se busca el cambio de las instituciones a partir de una fórmula más pausada, a su modo de ver, que la que propone Podemos: la suya. «O es bipartidismo, que parece que está cayendo, o es populismo.Y la gente tiene mucha preocupación por el ascenso de este tipo de políticas. Podrían confluuir las ideas de cambio del electorado con un respeto profundo al procedemiento de cambio de las instituciones, de reforma», asevera.