Alquila una valla publicitaria de Valladolid para pedir matrimonio a su chica

«Sígueme un momento con el coche, que vamos a ver una cosa», le dijo Álvaro (39 años)a su novia Belén (37) hace unos días, en mitad de una mudanza, y con sus coches cruzando la ciudad con el maletero lleno de cajas, sillas y libros. «Vamos un segundo a la plaza de Lola Herrera, que te quiero enseñar algo», le animó durante uno de esos trayectos, con una mesa en la parte de atrás del vehículo (él) y quizá la mosca detrás de la oreja (ella). «Ya sospechaba que le estaba preparando algo», reconoce el novio. Pero no esto. Cuando llegaron a la plaza de Delicias, el barrio más poblado de Valladolid, dejaron un momento el coche en doble fila, y la mirada de Belén fue directa hacia un bazar de la calle.«¿No me irás a comprar un anillo del chino?», le preguntó.

Tal vez una sonrisa pícara se asomó a los labios de Álvaro.

Él le cogió de las manos para que ella no viera la sorpresa antes de tiempo. Le llevó hasta la mitad de la plaza y, llegado el momento, le invitó a darse la vuelta. Belén se giró. Se fijó en la gigantesca valla publicitaria que hay en uno de los muros de la plaza. Y leyó, palabra por palabra, un poema con sorpresa escrito por Álvaro.

De inmediato dijo que sí.

Aún sin fecha fija, habrá boda esta primavera.

La petición de matrimonio de Álvaro a Belén puede verse todavía (tan solo durante unas horas más) en ese enorme cartel que a veces ocupan las rebajas de unos grandes comerciales, a días las ofertas de una marca de coches, en ocasiones los avisos comerciales de una tienda de muebles. Desde el pasado 15 de enero (y durante 14 jornadas)ese panel ha estado ocupado por los versos de Álvaro, abriéndose paso entre la niebla pucelana, saludando a los paseantes de la calle, regalando poesía que en realidad es una declaración de amor.

Un poema acróstico. O sea, las primeras letras de cada verso dan lugar a un nuevo mensaje.«Quieres casarte conmigo, Belén», escondía la poesía que desde hace semanas rondaba por la cabeza de Álvaro y que comenzó a escribir a principios de este año. Una vez decidida la métrica y elegidas las palabras («Qué hermoso es este día. Un día único que brilla sobre los demás»), Álvaro recorrió la ciudad a la búsqueda del mejor panel donde exhibir su mensaje. «El problema es que hay muchas campañas en marcha y había vallas que ya estaban ocupadas». Pero quedaba libre esta de Delicias. Perfecta. Muy cerquita del centro donde Belén trabaja como médica. Así que Álvaro alquiló el espacio, encargó el cartelón (ocho metros de largo), imprimió e hizo colocar el mensaje, con caballitos de mar de fondo, y esperó el sí de Belén, que llegó hace unos días. Su mensaje ha despertado la curiosidad del barrio, de vecinos que pasaban por la zona y también de internautas que lo descubrieron a través de redes sociales.

¿Sería una campaña comercial?El mensaje sin firma tan solo tenía un logotipo en la esquina inferior derecha. Es la marca de la empresa de Álvaro Cerrada (Yalocatoyo), un asesor de márqueting a través de Internet especializado en el mundo del vino y de las bodegas. Ha ofrecido cursos de formación, por ejemplo, en la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid. Y sí, además, es un gran aficionado a la poesía. La escribe y la comparte en el blog De tinta y versos. Y ahora también en una valla publicitaria de la plaza Lola Herrera, en Delicias, en Pucela.

¿Quieres casarte conmigo, Belén?, preguntaba la poesía.

Y la respuesta fue sí.

Enhorabuena, pareja.