El misionero y sus padres se encuentran en habitaciones situadas en el sótano del Río Hortega

El paciente en investigación por un posible caso de ébola, un misionero de 40 años, ha ingresado este lunes a las 15:35 horas en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, referencia en Castilla y León para esta enfermedad. También lo han hecho en el mismo centro, aunque minutos más tarde, otros dos familiares, que se encuentran asintomáticos, si bien son casos de alto riesgo ya que han convivido con él durante el periodo en el que ha presentado la sintomatología, informa Ical.

Los tres pacientes se encuentran ingresados en el bloque 4 de hospitalización, en tres habitaciones situadas en el sótano del hospital. Esta planta permanece cerrada y lista para atender a posibles casos de ébola desde hace meses. Dos ambulancias los han trasladado desde la localidad vallisoletana de Olmedo hasta la capital. Los vehículos sanitarios, provistos de los medios necesarios para transportar a pacientes con este tipo de virus, han llegado escoltados por la Guardia Civil.

También ha intervenido la Policía Municipal de Valladolid en el dispositivo. Sobre las 15:30 horas han entrado en aparcamiento subterráneo del Hospital con las sirenas encendidas. Han atravesado el parking para dirigirse hasta el acceso previsto en el protocolo de actuación, ubicado justo debajo de la biblioteca del centro sanitario. Cuatro profesionales sanitarios, provistos de los equipos de protección, han sido los encargados de bajar la camilla del enfermo, que llevaba también el traje, y de introducirla en el Río Hortega.

Posteriormente, otras dos personas, que llevaban solo una bata desechable, han accedido a pie al hospital acompañados por otros sanitarios. También se han introducido varias cajas con sábanas para camillas y otro material. El ingreso no ha generado alarma, ni ha alterado el funcionamiento del hospital vallisoletano, si bien pasadas las 16:00 horas las dos ambulancias y una patrulla de la Policía Municipal de la ciudad permanecían aparcadas frente a la puerta del centro.

El religioso, con iniciales R. G. R., regresó de Sierra Leona el pasado 11 de diciembre a Madrid y a Castilla y León el 16, si bien, aunque se ha activado el protocolo no ha tenido contacto con casos sospechosos o confirmados de ébola. Se trata de un misionero no sanitario de la Orden de los Agustinos y participaba en proyectos de agricultura y construcción y también colaborando con escuelas.