Rubi Espinosa y Fernando Díez, junto al horno de asar de su establecimiento en Pesquera.

Alojamiento y gastronomía como punto de partida para emprender

Rubi Espinosa y Fernando Díez regentan una posada en Pesquera de Duero

laura negro

Domingo, 14 de diciembre 2014, 13:50

El de los alojamientos rurales es uno de los productos turísticos con mayor crecimiento en la región. Se trata de un segmento con una clientela cada vez más exigente, que ofrece grandes oportunidades para aquellos emprendedores que apuestan por la diferenciación y una variada y cuidada oferta de servicios.

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Esto lo saben muy bien Fernando Díez (35 años) y Rubi Espinosa (29), quienes han decidido invertir todos sus ahorros en un importante proyecto de turismo rural, la Posada Real en la localidad de Pesquera de Duero, municipio del que ambos descienden. Fernando ya conocía el sector. Hace ocho años vio la oportunidad de rentabilizar una antigua casa familiar en la localidad y convertirla en un alojamiento rural de gran atractivo para los turistas. Así, en su casa Los Boteros recibe cada fin de semana y periodos vacacionales huéspedes deseosos de conocer uno de los puntos neurálgicos de la Ribera del Duero. Clientes que a menudo demandaban algún establecimiento de hostelería donde poder comer, cenar o tomar unas copas, ya que en Pesquera de Duero no había ninguno. «Si los clientes querían disponer de este tipo de servicios, tenían que trasladarse a localidades cercanas como Peñafiel. A veces, incluso me encargaban que yo les trajera algún lechazo asado para comer en la casa rural. Por este motivo, hace dos años tomamos la decisión de abrir un nuevo alojamiento, mucho más grande, que cubriera toda la demanda existente, y que incluyera servicio de hostelería», explica.

Rubi es profesora, aunque no ejerce. Hizo un máster de sumiller y trabajó durante algunos años como responsable de oficinas de turismo en pueblos de la comarca. Tenía claro que quería apostar por este proyecto junto con Fernando, su pareja, y pronto encontraron el lugar idóneo para llevarlo a cabo. Una enorme casa señorial, con fachada catalogada y escudos nobiliarios. Estos emprendedores compraron el inmueble y acometieron en ella un colosal proyecto de rehabilitación integral. Todo gracias a una subvención procedente de las ayudas Leader del Fondo Europeo de Desarrollo Rural, a la financiación del BBVA y a la ayuda familiar. «La inversión total que hemos realizado ronda los 500.000 euros, la mayor parte procedente de fondos propios y de numerosos préstamos familiares. El BBVA nos ha dado grandes facilidades y nos ha concedido un préstamo de 330.000 euros. Además, el Grupo de Acción Local Duero-Esgueva nos ha concedido una subvención cercana al 20% de la inversión», anotan.

La obra la han acometido por fases. Así, hace un año abrieron el bar y su restaurante El Ambigú para poder iniciar la actividad. «La sala tiene una capacidad para unas sesenta personas. En él ofrecemos varias especialidades de comida castellana, como la carne de buey o diferentes guisos al vino tinto. Pero sin duda, lo que más demanda el público, es el lechazo asado», explica Fernando. En septiembre acabaron la segunda fase y abrieron el alojamiento, que cuenta con 13 amplias y acogedoras habitaciones (2 suites y 11 estancias dobles), sala polivalente, zonas de descanso y un patio anexo. Además, cuentan también con una coqueta y moderna vinoteca en la que poder degustar y adquirir una amplia variedad de caldos de la tierra, siguiendo el experto consejo de Rubi como sumiller. «Solemos aconsejar sobre los mejores vinos para maridar con la comida de nuestro restaurante, o si lo prefieren, les damos las indicaciones oportunas, a la hora de comprar alguna botella para llevar. También organizamos catas para grupos pequeños, preparamos actividades para los clientes durante su estancia en la posada, les podemos guiar en las bodegas más importantes y aconsejar sobre qué visitas realizar en la zona», añaden estos emprendedores.

Fernando y Rubi han dado empleo a tres personas a media jornada, un camarero, un cocinero y una responsable de limpieza. Están más que satisfechos con la buena acogida por parte de vecinos y clientes. Su trabajo se está viendo recompensado con creces, ya que, recientemente, su proyecto ha resultado finalista de los primeros premios de la Asociación Iniciativas Empresariales, en la categoría Empresario Joven.

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