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Rocío Gallego y los hermanos Valsero, en su establecimiento, que se inaugura este lunes. .

La experiencia como revulsivo para volver al negocio de los muebles

Rocío Gallego y Jesús, Óscar y Carlos Valsero, decoración Valsero

laura negro

Domingo, 23 de noviembre 2014, 16:23

Tres hermanos vallisoletanos, Jesús, Óscar y Carlos Valsero Rodríguez, han decidido aunar esfuerzos para montar su propio negocio de exposición y venta de muebles. Lo han hecho junto con Rocío Gallego, una antigua compañera de trabajo y amiga. Para los cuatro, esta es su primera aventura emprendedora, y la afrontan con la mayor de las ilusiones. Hoy es un día clave para ellos. Están trabajando duro para tener todo listo para mañana lunes, día de apertura de Muebles y Decoración Valsero, su proyecto empresarial. Tienen los típicos nervios previos al arranque, pero seguros de que saldrá perfecto.

Atrás quedan meses de trabajo, gestiones, burocracia y preparativos para tener todo listo de cara a la inauguración. Cuentan con 1.000 metros cuadrados de exposición cuidada hasta el mínimo detalle, con diferentes ambientes y diseños de salones, comedores, estudios y dormitorios de las mejores marcas, de todos los estilos y totalmente personalizables para cada hogar.

Los cuatro tienen a sus espaldas una amplísima experiencia en el sector del mueble, que oscila entre los 17 y los 23 años. Todos ellos han pasado por diferentes puestos. Han sido mozos de almacén, reponedores, montadores, administrativos y comerciales. Trabajaban juntos y se entendían bien. La situación en su anterior empresa empezaba a complicarse y un día, tomando café, pensaron que por qué no decidirse y emprender por su cuenta.

Así lo hicieron. Se pusieron manos a la obra en la búsqueda de un local e iniciaron las gestiones. Se integraron en el régimen de autónomos y formalizaron una cooperativa. «No nos lo han puesto fácil. Hemos tenido muchas trabas a la hora de gestionar los permisos. Vimos alguna nave que nos gustaba, pero sólo nos permitían instalar 100 metros de exposición, cuando la nave tenía 1000 metros. Los 900 restantes nos obligaban a utilizarlos como almacén. Finalmente encontramos este enclave que anteriormente se dedicaba a la misma actividad, lo cual nos facilitó la consecución de la licencia. Como siempre habíamos trabajado como empleados, no sabíamos todo lo que conllevaba montar una empresa y la verdad es que no es nada fácil», indica Rocío.

Han ubicado su exposición en la Avenida de Burgos y han tenido que trabajar duro para lograr el impresionante resultado final. «Lo hemos hecho todo nosotros, la pintura, carpintería, electricidad... Ha sido un duro trabajo, que nos ha llevado más de tres meses a una media de 12 horas diarias, pero ha merecido la pena y nos ha supuesto un grandísimo ahorro económico», informa Carlos, el pequeño de los hermanos, aunque admite que sin la ayuda de familiares y amigos no hubiera sido posible conseguirlo. «Además tenemos mucho que agradecer a los proveedores y representantes, quienes nos han brindado un gran apoyo», añade Jesús, el primogénito.

Su objetivo es llegar a todo tipo de clientes, por ello su portfolio incluye muebles y elementos de decoración de todos los estilos. Además, también diseñan y montan armarios empotrados e instalan tarima flotante. «Hay clientes que vienen sabiendo exactamente lo que quieren. Otros en cambio se dejan asesorar y les hacemos proyectos personalizados, e incluso si es necesario, visitamos su domicilio antes de realizar cualquier proyecto. Eso sí, todos buscan una buena relación calidad precio, y en eso, nosotros somos muy competitivos», explican.

Expertos en montaje

Aseguran que su principal punto fuerte es precisamente la atención al cliente y cuidan con mimo todos los pasos del proceso de venta, especialmente el montaje. «Nosotros mismos nos encargamos de montar los muebles y lo hacemos con total seriedad y profesionalidad. respondiendo de todos nuestros trabajos. Otras empresas similares cuentan con montadores autónomos que, aunque trabajan bien, seguro que no ponen el mismo esmero que nosotros, ya que son nuestros propios clientes. No hay que olvidar que la venta de un mueble finaliza en el domicilio», explica Oscar.

En la tienda asesorarán a sus clientes sobre dudas relacionadas con acabados, colores, diseños y medidas. Su consejo profesional siempre busca conseguir la satisfacción total ante un montaje final impecable. «Hemos intentado desmarcarnos dentro del sector buscando proveedores y fabricantes que ofrecieran algo distinto, lo cual nos ha supuesto realizar muchos viajes. Tenemos muebles de calidad a un precio razonable. Así, por ejemplo, tenemos muebles de salón o dormitorios juveniles desde los cuatrocientos euros, hasta lo que se quieran gastar», informan.

Los cuatro se muestran muy optimistas en su nueva andadura profesional. De hecho, aunque todavía no han abierto, ya han cerrado varias ventas. «Hasta aquí se han acercado varios clientes al ver que habíamos cambiado la fachada de la nave, y aunque estábamos en plena reforma, tras visitar la exposición, nos han hecho varios encargos».

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