El grupo de gaitas Nivaria hermana el folclore gallego con la dulzaina castellana

El sonido de las gaitas invade por un momento, de un modo fugaz, la plaza de Santa Cruz, apenas dos notas robadas al viento mientras posan los músicos para la foto, y varios grupos de paseantes y curiosos se acercan. «Tocad un poco más», les animan.Pero están en manga corta, hay que afinar y también reservarse para el concierto que dentro de unos minutos darán en el centro cívico Bailarín Vicente Escudero, dentro de la semana cultural de la Casa de la Galicia. El grupo de gaitas Nivaria ofreció este sábado con sus pasacorredoiras, sus alboradas un recital en el que mostró el experimento musical en el que llevan trabajando apenas un año, una mezcla del folclore castellano y gallego que nace de la unión de gaitas y dulzainas.

La idea fraguó durante el concierto que ofrecieron en Navidades junto a Carlos Núñez (palabras mayores en el universo gaitero) en el Teatro Zorrilla. «Es una inspiración de las bandas bretonas y pensamos que estaría bien enriquecer el grupo con algo más castellano», explica Germán Ruiz (Valladolid, 1989), profesor y joven director del grupo. Núñez les animó a hacerlo. Sin problemas. Son dos instrumentos que empastan muy bien. «La dulzaina hace el relleno rítmico armónico», apunta Ruiz. Al público le sorprende al mezcla. Y el repertorio además juega a favor, con piezas tradicionales de Galicia, pero también obras castellanas o canciones pop barnizadas por los aires galaicos.

«Somos uno grupo de jóvenes apasionados de la música celta», indica Ruiz, quien se encarga de enseñar a tocar la gaita. «Desde pequeño siempre me gustó el instrumento». En el conservatorio se formó en flauta de pico, ha viajado a Galicia para compartir experiencia con los gaiteros de referencia y con tan solo 19 años se puso al frente del grupo. Después de un paréntesis volvió a coger la batuta en 2012. Rubén Cantalapiedra se encarga de las clases de dulzaina. Ydicen que ahora les hacen falta jóvenes que se animen a tocar con ellos la percusión. El grupo, nacido en 1998, está compuesto por jóvenes músicos. Dani, Chicho, Carlos,Cata, Andrea, Jarramplas, Jesús,Carlos, Jorge, Iván, Lucía, Noelia, Luis, Fernando o Miguel ensayan todos los viernes y viven en primavera y verano la temporada fuerte de conciertos, con pasacalles y actuaciones al aire libre. Ayer ofrecieron su música bajo techo con motivo de los 60 años de la Casa de Galicia y los 20 de la sección de juventud.

¿Y es difícil tocar la gaita?«A los tres meses se puede tener el nivel suficiente», apunta Ruiz, quien añade que el grupo tiene un préstamo de instrumentos (una gaita cuesta entre 1.000 y 1.500 euros) para los nuevos alumnos.