A. C.
Martes, 9 de septiembre 2014, 12:57
Rápido y sin incidencias ha resultado el segundo encierro de campo de Portillo, protagonizado por los cuatro novillos y la parada de mansos, que salieron desde los corrales del Comeso a las diez en punto de la mañana. Salida rápida de la manada de astados que los caballistas consiguieron neutralizar cuando llevaban un kilómetro de recorrido, aproximadamente. Pero cuando parecía que los caballistas tenían controlado a los cornúpetas, uno de los novillos se puso nuevamente a correr, llevándose consigo al resto de la manada, por lo que los jinetes, sólo pudieron reconducirlos por el itinerario marcado.
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El solitario novillo alcanzó la Cuesta Empedrada llegando a las calles del pueblo a los pocos minutos de su suelta. Y el resto de la manada, compuesta por los tres novillos restantes y los bueyes, entró intermitente en la explanada del Barco de Santo Domingo minutos después, quedando disgregada, hecho que propinó que los mansos sólo pudieran encabestrar un novillo para reconducirle al recorrido hasta alcanzar el recorrido urbano. Los otros dos novillos sueltos fueron reducidos por los servicios municipales.
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