Campaspero se despide de las fiestas con satisfacción en sus eventos taurinos

Fresca mañana, aunque agradable, la que vivió ayer Campaspero con un emocionante festejo taurino como fue la III Vaca de la Afición y el III Toro del Páramo llamado Milagrito. La primera en pisar el asfalto fue la vaca que protagonizaría un par de sustos a dos mozos. A uno le ayudó a subir a la talanquera encunándole, nada más salir de la plaza de toros hacia el pueblo, y, al otro, le propinó un revolcón en la misma plaza una vez que el joven resbaló y cayó ante la misma cara del animal.

Tras la Vaca de la Afición, llegó el turno el turno para el Toro del Páramo, que en su tercera edición contó con la compañía de esta vaca y con otra más. Los tres astados salieron desde los chiqueros para recorrer el trayecto urbano hasta la calle Sol, desde donde deshicieron lo andado para volver a los corrales. En esta ocasión fue la nueva vaca la que en el ruedo zarandeó a un joven en las tablas al que no dio tiempo a encaramarse a ellas.

Terminado el encierro tuvo lugar una animada capea en el recinto taurino. Un novillo controlaba cualquier movimiento que se produjese en 360 grados, y dos vacas, con sus embestidas posibilitaron el lucimiento de los recortadores. Enchiquerados todos se puso fin a los actos taurinos del 2014 en el municipio. La organización de los festejos taurinos mostró su satisfacción por el buen espectáculo taurino que se ha visto estos días en el municipio.