Just Fly, ¿desastre o engaño?

Sesenta y un días han bastado para que Alberto Quiroga, el directivo de Just Fly, haya dejado la huella de su gestión en Valladolid. Sus planes de convertir el aeropuerto vallisoletano de Villanubla en la base de operaciones para volar este verano a las Islas Baleares (Palma de Mallorca e Ibiza), Málaga y Valencia, no solo no se han cumplido, sino que han dejado tras de sí un rosario de reclamaciones de proveedores y clientes.

La última, la de la empresa de comunicación a la que el propio Quiroga encargó, a mediados de este año, que se hiciera cargo de la campaña para promocionar las nuevas rutas aéreas desde Villanubla.

«No sé nada de él. Le llamo pero no me coge el teléfono desde hace días y he decidido dejar de trabajar con ellos. Nos ha dejado a deber toda la campaña de comunicación que hemos hecho estos meses», explicó ayer Francisco Ruiz, de la agencia a la que Quiroga encargó las gestiones para promocionar su nueva iniciativa empresarial.

La deuda que la agencia tiene pendiente con Quiroga se acerca a los 7.000 euros por varios conceptos, entre los que se encuentran los trabajos para organizar la presentación en el Ayuntamiento de Valladolid de los nuevos vuelos que Just Fly pretendía poner en marcha.

Y es que la iniciativa empresarial parecía muy atractiva, incluso para el Consistorio que preside Javier León de la Riva, que viene reclamando más apoyo del Ministerio de Fomento para que Villanubla sea el aeropuerto de referencia de la comunidad autónoma. La concejala de Cultura y Turismo, Mercedes Cantalapiedra, ha reconocido que tras comprobar que este touroperador madrileño contaba con todos los permisos oficiales, «les ofrecimos el Ayuntamiento para presentar las rutas. Pero de nosotros no han recibido ni un euro», ha insistido Cantalapiedra, que así se pronunciaba después de conocer que Just Fly decidió en julio suspender los vuelos a Palma de Mallorca e Ibiza. Por estas cancelaciones quedan las reclamaciones de un grupo de vallisoletanos que se quedaron «tirados» en Palma el pasado 6 de julio. El malestar llevó a los clientes a presentarse en la oficina de Just Fly de la Plaza de Rosarillo, lo que sirvió para que al día siguiente Quiroga alegase amenazas hacia sus dos empleadas para cerrar el local, del que marchó dejando pendiente la renta.

Falta de explicaciones

Mientras que la edil de Cultura no tuvo reparos al afirmar que «esta compañía nos ha engañado a todos», desde el sector de las agencias de viajes se ha cuestionado el proyecto y la trayectoria empresarial de Alberto Quiroga, por no disponer de aviones propios y concertar los vuelos con otras empresas. Una de ellas, Hellit, anunció que demandaría a Just Fly por cancelar los vuelos a Palma sin previo aviso. Una reclamación que cuantificó en 50.000 euros al no haber utilizado sus aviones concertados previamente.

Aunque el propio Quiroga, que no responde a las llamadas para dar explicaciones sobre su gestión, llegó a justificar a este diario el pasado mes de julio que las supresiones de los vuelos a Palma de Mallorca, Ibiza y Málaga se hicieron porque «la demanda de viajeros no había sido como se esperaba», lo cierto es que tampoco han salido como se calculaban las otras dos rutas internacionales a Londres y París con las que Just Fly confiaba en mantener sus vínculos aéreos con Villanubla.

A estas dos capitales europeas, la compañía tenía pensado volar desde primeros de este agosto por 240 y 216 euros ida, respectivamente.

A pesar de que el propio Alberto Quiroga indicó en el mes de junio que estos destinos internacionales desde Valladolid se mantendrían, por el alto volumen de reservas que habían hecho viajeros residentes en el Reino Unido y Francia, la empresa ha decidido retirar esta programación de su página web en la que, sin embargo, mantiene tres rutas nacionales desde Madrid con destino a los aeropuertos de Santander, Bilbao, Santiago de Compostela, Sevilla, Granada, Córdoba o Zaragoza.

Mientras en los tribunales y en las oficinas de consumidores se concretan las reclamaciones, la última demanda judicial que se anuncia ahora es la del jefe de su agencia de comunicación. Francisco Ruiz reconoce que volvió a confiar en el directivo de Just Fly por segunda vez, después de que en una anterior etapa saliese perjudicado.

«Entonces también me dejó a deber. Ahora me aseguró que estaba todo bien. Le hice caso y me encargue de la comunicación con la prensa, así como de la organización de eventos. Nos ha despistado y ni siquiera coge el móvil», lamenta Ruiz.