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pablo hierro
Viernes, 25 de julio 2014, 12:42
Epifanio Ávila Gregorio, jubilado de 75 años y natural de la localidad de Villabáñez ha decidido contribuir de manera desinteresada al desarrollo de la historia de su municipio. El pueblo, situado entre Tudela de Duero y Villavaquerín, con 562 personas censadas en el Padrón Municipal, ha inaugurado una cabaña, con más de 300 años, y que se ha bautizado bajo el nombre Chozo del Salerillo, gracias a la labor de una persona que, voluntariamente, decidió el pasado enero poner en marcha la obra de restauración, tras tener en mente la idea desde hace dos años.
«En una zona a cuatro kilómetros de la localidad existen siete chozos antiguos, en muy mal estado, donde tiempo atrás los pastores vivían. Decidí comenzar a reparar uno de ellos, que se encontraba hundido, y mi labor acaba con la inauguración del Chozo del Salerillo», ha asegurado Epifanio Ávila, que ha subrayado que el acto ha servido para homenajear «a todos los pastores de estas tierras». Respecto al origen de la cabaña, el regente del restaurante Ávila, uno de los dos bares de Villabáñez, hace sus cuentas con el testimonio de Roque Peña San José, su suegro.
«Él, que era pastor, me contó que su bisabuelo ya le hablaba del chozo, que dormía allí, y que lo databa en 1714, es decir, como mínimo tiene 300 años de antigüedad», ha subrayado. Epifanio Ávila, que encontró la cabaña «hundida por el paso del tiempo», lleva trabajando seis meses en la restauración. «La reforma la he realizado por mi cuenta, con ayuda puntual de mi mujer. El chozo mide tres metros de altura y posee una circunferencia de cinco metros», ha destacado, y añade que «ha sido bendecido por el cura del pueblo, el padre Julián».
Gratuito y «de todos»
Las obras de restauración de la cabaña se han realizado con el permiso del Ayuntamiento de Villabáñez y del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA). La labor, según Epifanio Ávila, ha sido «constante, día a día, que me ha llevado muchas horas y algún problema con mi mujer, que se preguntaba que se me había perdido por aquella parcela», ha bromeado el jubilado de Villabáñez. Sobre el mantenimiento de la cabaña, Ávila ha asegurado que «será el mismo el que se encargue de cuidarla, habilitando un espacio para que la gente pueda merendar allí y pasar la tarde. Por supuesto, el acceso es libre y gratuito para todo aquel que quiera visitarlo», ha comentado.
A pocos metros de la choza Epifanio Ávila se ha situado una placa, donde se puede leer la fecha en la que sitúa Epifanio la cabaña, 1714, y el siguiente título: «reformado por un jubilado».
Apoyo del alcalde
A raíz del proceso de rehabilitación del chozo, el regidor de Villabañez, Juan Ávila Repiso, se ha mostrado «encantado con las obras de reparación. Todo lo que sea revitalizar patrimonio del pueblo es de agradecer», ha asegurado el alcalde, que no ha podido acudir al acto debido a otras responsabilidades, pero al que sí ha acudido el teniente de alcalde, Alejandro Gregorio. «El proyecto llevado a cabo por Epifanio tiene el beneplácito del Ayuntamiento. Mucha gente no sabe ni lo que es un chozo», ha sentenciado el regidor.
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