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La estilista estadounidense Lorraine Massey publicó en 2011 el libro 'Curly Girl The Handbook', una guía para conseguir unos rizos bien definidos de forma natural. Las redes sociales hicieron el resto. Hoy la comunidad #curlygirlmethod aglutina a millones de personas en todo el mundo que comparten sus experiencias y consejos del método 'mágico' para cuidar el cabello rizado.
Este ritual sugiere una rutina de limpieza y cuidado semanal que propone espaciar los lavados -una o dos veces por semana sería suficiente- y nutrir bien el pelo utilizando productos específicos sin sulfatos, siliconas, aceites minerales o ceras. ¿Pero cómo funciona el método curly? El primer paso es sustituir los champús tradicionales por productos 'low poo', es decir, aquellos que en su formulación no incluyen sulfatos ni siliconas. Se aconseja cepillar y tratar el pelo siempre cuando esté mojado. Se puede desenredar y moldear con las manos o con un peine de cerdas anchas. No se recomienda utilizar ninguna fuente de calor sobre el cabello, así que los secadores, planchas o rizadores estarían desaconsejados.
Antes de empezar se ha de tener en cuenta que, al tratarse de un cambio de hábitos, los efectos no serán inmediatos. La autora del método suele hablar de un margen de al menos tres semanas para empezar a ver los resultados. La clave es la paciencia.
El segundo paso es la hidratación. Una de las técnicas que propone es el 'co-washing', que consiste en lavar de vez en cuando el pelo con un acondicionador en lugar de con champús. Y el tercer paso es definir el rizo. Se aconseja hacerlo con la mano, mechón a mechón, y secar con toques suaves, pero sin frotar.
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