Protector solar en polvo, ¿realmente funciona?

Es la última innovación para mantenerse a salvo del sol, pero su uso debe combinarse con otras cremas

Mónica Pérez

Viernes, 23 de julio 2021

Además de protegernos del sol para evitar daños en la salud de nuestra piel, a lo largo de los últimos años hemos aprendido que cuidar nuestra dermis de la radiación ultravioleta se posiciona como la mejor arma contra el envejecimiento prematuro: de nada sirve invertir en carísimas y exclusivas cremas antiarrugas y antimanchas si no proteges tu piel de la radiación ultravioleta.

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Por lo tanto, no hay duda: el protector solar debe estar siempre presente en nuestra rutina de belleza en cualquier época del año, un paso que en los meses de verano se convierte en vital por la agresividad de la radiación solar.

El sector de la cosmética ha sufrido numerosas innovaciones y avances a lo largo de los últimos años con nuevos formatos más atractivos que aseguran ofrecer una alternativa a los protectores solares tradicionales. Este es el caso de las brumas faciales, la nutricosmética y los protectores en textura polvo dirigidos al cutis. Los fotoprotectores en polvo (que cuentan con brocha incorporada) se encuentran en pleno auge, algo que no es de extrañar tanto por la facilidad de llevarlos en el bolso, como por la comodidad a la hora de aplicarlos. ¿Pero es realmente un sustituto de la crema tradicional? ¿Cuántas horas estamos protegidos de la radiación UV? ¿Cómo debemos aplicarlo correctamente? Hablamos con los expertos y resolvemos dudas sobre cómo y cuándo recurrir a esta fórmula sin poner en riesgo la salud de nuestra piel.

Protege, pero nunca en solitario

Aunque en el envase leamos 'Spf + 50', María Garaya, doctora en una clínica en San Sebastián, explica que la protección en formato polvo en ningún caso sustituye a las tradicionales cremas solares. «Debemos aplicar primero una crema solar y utilizar los fotoprotectores en polvo para retocar la protección a lo largo del día. Recomiendo hacerlo cada dos horas para mantener nuestra piel protegida», apunta. Una opinión con la que coincide Inés, titular de una bótica en San Sebastían. «El fotoprotector en polvo es un producto complementario a la protección. Se debe utilizar tras haber aplicado como base el filtro solar más adecuado según el tipo de piel», cuenta. Además, para su correcta aplicación recomienda «asegurar cubrir toda la superficie expuesta a la radiación solar», añade.

Aunque su uso exclusivo no funcione, este formato «es una muy buena opción para personas que se maquillan y quieran retocar la protección sin estropear el maquillaje», revela Garaya. A nivel cosmético la protección solar en polvo aprueba y con nota tanto por su comodidad (funciona como los clásicos polvos de sol que llevamos en el bolso) y su acabado (matiza la piel y disimula los brillos).

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Nuestra conclusión: para asegurar que estamos protegidos al 100% de los rayos del sol debemos combinar el uso de los protectores en polvo con las cremas tradicionales. La fórmula infalible para salvaguardar nuestra dermis de la radiación UV y disfrutar sin preocupaciones de nuestras próximas vacaciones.

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