Anfitriones para Halloween. Tu fiesta perfecta

Son muchos los que se escandalizan de la profusión en estos días de los Santos y fieles difuntos de conmemoraciones más propias de Estados Unidos que de la tierra patria y que bajo el denominador común de Halloween jalonan muchos reclamos comerciales en escaparates, bares y otros lugares de ocio y recreo. La importación de esta festividad ha venido dada, indudablemente, por la invasión de la cultura anglosajona en nuestros modos y maneras latinas, pero rellena un vacío de disfrute frente al peso de la pena y la nostalgia en el recuerdo a quienes nos faltan y visitamos en una especie de obligado peregrinaje familiar a las tumbas y cementerios de nuestros más directos antepasados y ancestros. La idea, en sí misma, no es precisamente estadounidense, dado que la mayoría desconoce su origen celta como conmemoración del fin del verano y la época de conclusión de las cosechas.

En definitiva, bien por los más pequeños de la casa o por la necesidad de agarrarse a lo nuevo, el misterio y la magia de Halloween marca el final del mes de octubre en el calendario festivo occidental y sus respectivos colores, sabores y sustos adelantan el carnaval al 31 de octubre en cada vez más puntos de la geografía internacional. Para los amantes de las excusas con las que celebrar cualquier cosa y unirse a esta nueva tradición del terror y el humor, es recomendable una buena preparación de enseres, decorados y disfraces para acertar con la fiesta perfecta. Dependiendo de sus expectativas puede tratarse de un simple encuentro de amigos o de una recepción familiar con postres y bebidas algo más originales. Las invitaciones pueden servir para fijar la temática de la cita y como inspiración puede valer alguna de las películas del género más famosas como: 'El resplandor', 'Viernes 13' o 'Drácula'. Los títulos de suspense hitchkoquiano o las brujas y zombies son otra fuente recurrente de la que emanan los más clásicos a la hora de abordar la fiesta. Deberemos reservar en nuestra frutería de confianza un par de buenas calabazas que, tras vaciarse, pueden servir de broche dulce en forma de tarta. Una contraseña de acceso al lugar del evento sacada de 'El exorcista', por ejemplo, puede poner en situación a nuestros invitados antes de ser recibidos de una forma original y gratuita con un buen susto.

Si con esos ingredientes aún no hemos atemorizado al personal lo intentaremos conseguir con un peinado y maquillaje cuidadosamente elaborados o con una máscara que cause el efecto deseado al estilo del disbólico muñeco Chucky o el inolvidable rostro aniñado y espeluznante de Anabel.

La bebida puede simular la sangre de las víctimas de un vampiro con el zumo de arándanos o la granadina y el sándwich puede cobrar un aire tenebroso con un corte en forma de ataúd. Son muy recomendables las momias de salchicha y las minipizzas araña con las aceitunas negras cortadas en tiras simulando las patas de estos queridos arácnidos. El postre puede convertirse en un cementerio de tiramisú si disponemos los bizcochos en forma de lápidas verticales. No pueden faltar las chucherías y caramelos con las que obsequiar a los más jóvenes del vecindario ni una cesta de tela de araña en la que depositar todos los artículos de broma que emplearemos a lo largo de la corta noche de difuntos. Otro recurso del repertorio terrorífico es la ambientación musical adecuada a través de una buena 'playlist' con diversos temas en los que no podrá fallar el incomparable 'Thriller' de Michael Jackson o las campanas tubulares de Mike Oldfield que aportarán a la escena un ambiente adecuado. En el decorado pueden incluirse velas, menaje temático y los marcos familiares nos pueden retrotraer al siglo XIX y XX si los sustituimos con imágenes antiguas en blanco y negro de los primeros retratos e instantáneas de la historia de la fotografía. Recursos, tretas y artimañas con las que no sólo podemos generar la atmósfera que perseguimos sino convertirnos en perfectos anfitriones de la noche más terrorífica del año.