Fallece a los 58 años el abogado segoviano Dionisio Sáez Chillón

El abogado Dionisio Sáez Chillón (Segovia, 1953), falleció ayer a los 58 años. La noticia de la muerte del prestigioso letrado y penalista conmocionó a la sociedad segoviana y en especial al ámbito del derecho y la judicatura, cuyos representantes acudieron ayer a lo largo de todo el día al tanatorio San Juan de la Cruz para expresar sus condolencias a la familia. Padre de siete hijos, uno de ellos es Nacho Sáez, colaborador en la sección de deportes de EL NORTE. El funeral por Dionisio Sáez se celebrará hoy a las 13 horas en la iglesia de El Salvador y posteriormente sus restos serán incinerados en el crematorio de Segovia.

Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1977 habiendo realizado sus estudios en el Colegio Domingo de Soto de Soto, ejerció la Abogacía durante 33 años. Sáez Chillón decidió estudiar Derecho debido a que era una de las pocas alternativas de estudios superiores en la ciudad. Su verdadera vocación por el derecho en general, y el derecho penal en particular, le llegó a raíz de asistir a las sesiones del juicio oral que se celebró en la Audiencia Provincial de Segovia por la tragedia de Los Ángeles de San Rafael. En ese juicio intervenían letrados penalistas de primera línea.

Sáez Chillón se dio de alta en el Colegio de Abogados de Segovia el mismo año de su licenciatura y, después de haber trabajado como pasante en el despacho de Ricardo Cáceres, comenzó a ejercer como abogado laboralista en la Unión General de Trabajadores durante varios años para después crear su propio despacho como abogado generalista con especial atención a los asuntos penales y laborales.

En ese tiempo había en Segovia poco más de una decena de abogados dedicados al ejercicio libre de la profesión. Su primer asunto de relevancia en el ámbito penal fue la defensa, que se le asignó por el turno de oficio en 1982 -con apenas cinco años de experiencia- del que se llamó 'parricidio de Bercial', en el que el acusado mató a su mujer e hirió a su cuñada tras realizar varios disparos a la salida de la misa principal de la localidad segoviana de Bercial.

Muy pronto se incorporó al despacho de Sáez Chillón, primero como pasante y luego como abogada, Alicia Garzón Merino, que ha permanecido veinticinco años ejerciendo su labor junto a Dionisio. La pasión por el Derecho llevó a este último a participar en asuntos tan complejos como el cierre de la fábrica de Klein, la primera experiencia con jurado no vinculante y experimental en un delito de homicidio -cuando presidía la Audiencia Provincial Cándido Conde-Pumpido- o la representación de los familiares de una joven estudiante de la Universidad Sek que fue asesinada por un compañero de clase.

Sáez Chillón participó en otros cuatro juicios con jurado popular seguidos por homicidio o asesinato. En los últimos años compatibilizó su actividad como penalista y laboralista con el ejercicio como administrador concursal en diferentes concursos de acreedores, con el del grupo Proinserga como el más relevante.