Un libro a la puerta de casa

L a red básica de préstamo y lectura de libros en Palencia pivota en torno a la Biblioteca Pública de la calle Eduardo Dato, con un edificio que pertenece al Ministerio de Cultura pero cuya gestión es de la Junta de Castilla y León, y sobre las bibliotecas públicas municipales, que pertenecen a los ayuntamientos, pero que están dotadas con fondos procedentes del Centro Coordinador de Bibliotecas, un organismo que se nutre de aportaciones de la Diputación y de la Junta. Además de los fondos de las bibliotecas municipales, el Centro Coordinador abastece también a los bibliobuses, unas bibliotecas volantes que recorren 188 pequeños pueblos y entidades locales para prestar libros a la población que reside en el medio rural.

El bibliobús llega a los pueblos mas pequeños, aquellos que no tienen biblioteca municipal, o sea a casi todos, menos a los 21 donde funciona un centro permanente de difusión de la lectura: Dueñas, Villamuriel, Venta de Baños, Baltanás, Torquemada, Astudillo, Frómista, Osorno, Herrera, Alar, Aguilar, Barruelo, Cervera, Santibáñez de la Peña, Guardo, Velilla, Saldaña, Carrión, Paredes, Villoldo y Villarramiel.

La biblioteca municipal número 22, que se nutre también del centro coordinador, es la de Miguel de Unamuno, en la capital palentina. Y al resto de poblaciones palentinas, ya sean ayuntamientos o juntas vecinales, llega el bibliobús. Eso sí, lo tienen que solicitar los alcaldes. «Nosotros no podemos presentarnos en un pueblo sin avisar. Los alcaldes son los que tiene que pedir que vayamos. Todos los pueblos que lo han solicitado han tenido una respuesta afirmativa, a nadie se lo hemos negado», explica el director del centro coordinador, Fernando Matía.

La frecuencia de las visitas es quincenal, aunque en el caso de los más pequeños, el vehículo llega cada 21 días. «El servicio está organizado para que de martes a viernes se realicen las rutas quincenales, y los lunes se reservan para los itinerarios de cada tres semanas», agrega.

La visita al colegio

En todos los pueblos hay una parada en la plaza principal, pero en los que tienen colegio se visita primero el centro escolar y luego se va a la plaza. «Los alumnos esperan al bibliobús. Luego, cada colegio se organiza para que todos los niños que quieran coger un libro o devolverlo tengan esa posibilidad», asegura Fernando Matía.

Los tres bibliobuses están dotados con unos fondos entre libros y películas que llegan casi a los 7.000 materiales. Para cogerlos en préstamo, hay que disponer de un carné, que es el mismo que se expide para el resto de bibliotecas públicas de Castilla y León. «Una persona puede tramitar el carné en Palencia o en Valladolid, y le vale para el bibliobús en el pueblo donde esté, no hay un carné propio para la biblioteca volante», asegura Matía, quien cifra en unos 2.850 los usuarios habituales de estos bibliobuses, de los que 1.145 son lectores infantiles.

El servicio de préstamo en los vehículos está informatizado desde el mes de marzo del año pasado. Hasta esta semana, los libros y películas prestadas en 2011 eran 22.006 materiales. El cómputo global de 2010 fue de 34.174.

Dos de los tres bibliobuses que recorren en la actualidad la provincia de Palencia son nuevos, adquiridos por la Diputación en 2007 y 2009. El tercero es anterior, ya que se estrenó el 4 de mayo de 1994. El servicio comenzó a funcionar en Palencia en 1975 con un vehículo. Diez años después, arrancó el segundo, en una operación en la que se sustituyó el primero y se compró otro. Desde el año 2009, el servicio en la provincia se presta con tres bibliobuses.

El servicio ha pasado por épocas en las que las interrupciones eran habituales, sobre todo cuando los vehículos eran viejos y sufrían numerosas averías. Algunas de ellas provocaron un paréntesis muy largo, porque el taller tenía que pedir las piezas y tardaban mucho tiempo en suministrarlas. En los últimos años, a raíz de la renovación de los bibliobuses, estos problemas están completamente superados.

¿Qué se lee en el medio rural? Nada que no se lea en el urbano. Las bibliotecas móviles están dotadas con un fondo de libros que responde a lo que demandan los usuarios, y los usuarios piden sobre todo novelas históricas. El género policiaco también es muy demandado. Uno de los libros más prestados ha sido uno de los grandes éxitos de la literatura española de los últimos años, 'El tiempo entre costuras', de María Dueñas, ambientada en torno a la Guerra Civil española.

Después de las novelas, otros grandes bloques de temas solicitados son los libros de cocina y los de ornamentación de plantas, tanto de interior como de exterior, según señala el director del Centro Coordinador de Bibliotecas. El siguiente bloque serían las memorias y biografías. «Hay una gran influencia de los medios de comunicación, sobre todo de la radio, a la hora de seleccionar un libro. Si se habla de él en un programa de mucha audiencia, no tardan en pedírnoslo», explica Fernando Matía.

En el caso de las películas, hay una gran variedad en los fondos de los bibliobuses para los mayores, y respecto a los gustos del público infantil, se dejan llevar también por las series de televisión, como 'Los Lunnis', 'Pocoyó' o 'Bob Esponja'.

El servicio del bibliobús es una buena medida del nivel de población. Los encargados de los bibliobuses, como Asunción Baranda o Natividad Casado -la primera con treinta años de experiencia y la segunda, con veinte-, recuerdan la gran animación que había en los pueblos con la llegada del bibliobús, y también la alta matrícula de escolares en los colegios.

Ahora, los centros docentes están muy mermados de alumnos y, aunque sigue siendo un servicio muy demandado y querido en los pueblos pequeños, ya no se ven tantos usuarios como cuando ambas empezaron a trabajar. «El descenso de población lo estamos también notando mucho en el servicio de los bibliobuses. Los pueblos pequeños se están quedando vacíos poco a poco», asegura con pena Fernando Matía, quien también puntualiza que durante la época estival se nota la presencia de veraneantes, que hacen uso del préstamo de libros que se ofrece desde el bibliobús y que crezca la demanda de este servicio de lectura.