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Simoncelli pierde el control y se cruza ante Edwards y Rossi.
MOTOCICLISMO

Marco Simoncelli tiñe de luto el Mundial

El piloto italiano fallece en un gravísimo accidente, arrollado por Colin Edwards y su amigo Valentino Rossi

IBAI FERRÁN

Lunes, 24 de octubre 2011, 13:19

El Mundial se tiñe de luto por segunda vez en poco más de un año. El 5 de septiembre de 2010 la muerte del japonés Shoya Tomizawa en la carrera de Moto2 golpeaba el motociclismo, y el día de ayer, 23 de octubre de 2011, ya forma también parte de la leyenda negra del mundo del motor. El italiano Marco Simoncelli, de 24 años, perdía la vida en el circuito de Sepang víctima de un terrible accidente en el que fue arrollado por las motos de los dos pilotos que marchaban tras él. Era tan solo la segunda vuelta de una carrera que se detuvo de inmediato y ya no se reanudó. El 'paddock' entero quedó en vilo, estupefacto al ver repetido el accidente por televisión, deseando recibir noticias tranquilizadoras, mientras el padre, la novia, el mánager y el equipo de Simoncelli esperaban con el corazón en un puño a las puertas del centro médico. Pero lo que llegó fue la fatal noticia a las 4:56 de la tarde en Malasia, las 10:56 de la mañana hora española: Marco Simoncelli había muerto. Y el motociclismo rompió a llorar.

Evitar la caída

El accidente sucedió en la segunda vuelta, cuando el piloto italiano peleaba con el español Álvaro Bautista por la cuarta posición. Delante marchaba el trío de Respol Honda, con Casey Stoner en cabeza, perseguido por Dani Pedrosa, que salía desde la 'pole', y Andrea Dovizioso. Simoncelli y Bautista iban pasándose y repasándose desde la primera curva, cuando Marco perdió el control de su Honda número 58 en la salida del undécimo viraje del circuito. Bautista y Hayden, que marchaban justo detrás, pudieron esquivar al italiano. En lugar de seguir la trayectoria habitual de una caída hacia la escapatoria, Simoncelli intentó evitar la caída agarrándo con fuerza el manillar, lo que provocó que la moto se deslizase hacia dentro de la pista, por donde venían a toda velocidad y en plena curva Colin Edwards y Valentino Rossi, íntimo amigo de Marco. No pudieron evitar arrollarle, y en el impacto, brutal, salía despedido el casco de Simoncelli, lo que ya hacía presagiar lo peor.

Enseguida apareció la bandera roja, carrera detenida, y todo el mundo a boxes, mientras una ambulancia trasladaba al piloto del equipo de Fausto Gresini al centro médico del circuito, donde llegaba ya en estado crítico, con parada cardiorrespiratoria. Según explicó después en rueda de prensa el doctor Michelle Macchiagodena, director médico del Mundial de MotoGP, «Marco presentaba tres traumatismos, en el pecho, el cuello y la cabeza, y llegó inconsciente al centro médico. Se le intentó reanimar durante 45 minutos, pero no se pudieron recuperar sus constantes vitales».

Conmoción en el 'paddock'

Cuando se confirmó el fatal desenlace, se sucedieron las escenas de dolor. Paolo y Kate, padre y novia del piloto, que estaban junto a Marco en Malasia, se fundían en un abrazo a las puertas del centro médico, y el 'paddock' de Sepang se inundaba de lágrimas.

Muchos equipos limitaron a un recuerdo para Marco su comunicado de prensa, y uno de los más elocuentes fue el de su marca, Honda, con un mensaje del vicepresidente de HRC, Shuhei Nakamoto: «No sé qué decir, no me salen las palabras. Marco era un buen chico y un piloto con mucho talento. A veces fui un poco duro con él, por ejemplo después de su primer podio en Brno, cuando le dije que había tenido suerte y él se enfadó mucho. Pero yo solo quería motivarle porque sabía que podía hacerlo todavía mejor. Solo quiero decir: gracias Marco, por todo lo que me has dado. Y mandar mi pésame a la familia en este momento tan triste».

Marco Simoncelli era uno de los valores emergentes del Mundial de MotoGP. Con un título de 250cc y 12 victorias en su palmarés, competía por segundo año en MotoGP. Y comenzaba a despuntar pues ya había logrado dos podios (en Brno y en Phillip Island, la semana pasada) en la categoría reina, y buscaba su primer triunfo, pese a correr con una de las Honda satélites. Y es que a pesar de estar enrolado en las filas del equipo de Fausto Gresini, en realidad estaba considerado el cuarto piloto del equipo oficial Honda, tras Pedrosa, Stoner y Dovizioso, estatus que iba a mantener en 2011.

A pesar de los numerosos encontronazos que tuvo a lo largo de su carrera con muchos pilotos debido a una fogosidad que rozaba lo temerario, todos sus compañeros lamentaron la trágica pérdida. Y es que Simoncelli encontró la muerte precisamente donde había vivido el día más feliz de su vida: fue en Sepang donde se proclamó campeón del mundo de 250cc en 2008.

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