«Los malos tiempos han hecho proliferar los 'Compro oro'»

A punto de jubilarse, Rosario lleva 43 años dedicándose a un oficio tradicionalmente complicado por la problemática de los robos. Pese a este condicionante, encuentra grandes satisfacciones en su trabajo, como realizar una venta que satisfaga por igual a comprador y vendedor.

-¿Cómo ha afectado la crisis a su negocio?

-Pues como a todo el mundo. De lo contrario sería absurdo. Han bajado las ventas... De todas las maneras nosotros estamos liquidando porque nos vamos a jubilar y lo hemos notado un poco menos.

-¿Cómo viven el gran negocio que se está moviendo ahora en torno a la compra-venta de oro en una joyería como la suya?

-A nosotros no nos afecta para nada en absoluto. Lo que sí hay que reconocer es que es una pena que la gente tenga que vender sus joyas porque estén mal los tiempos, que es por lo que ha proliferado tanto el 'Compro oro'.

-La joyerías suelen ser víctima habitual de los ladrones, ¿Cómo conviven con esta circunstancia?

-Tan víctimas que a mí me han robado hace cuatro días. Afortunadamente no ha sido mucho porque estábamos con la tienda abierta y ha sido en otro establecimiento pequeño que tenemos.

-¿Qué tipo de medidas de seguridad utilizan para evitar eso?

-Pues todas. Vídeos conectados a la central, retardo en las cajas de seguridad, vibradores para saltar la alarma en las lunas, todas las que se pueden.

-¿Cuántos años lleva dedicándose a este negocio?

-Yo llevo 43 años. Tengo 61, soy la dueña de la empresa... pues 43 años. Y me voy a jubilar.

-¿Qué prototipo de clientes diría que visita su tienda?

-Es muy extenso. Aquí hay de todo. Hasta chicos jóvenes. De todo.

-¿Qué parte de su trabajo le produce más satisfacciones?

-Realizar una venta que te satisfaga. Tanto al cliente como a tí. Cualquiera de las cosas que vendo, me da igual. Que sean gafas, que sean relojes, que sean joyas. Porque no es el importe de la pieza sino el hecho de la venta.