
Tiovivo a pedales
Los materiales provienen de las cubiertas de las ruedas de camiones Esta atracción ecológica y sostenible gira gracias al movimiento de una bicicleta
ISABEL S. SOBALER
Martes, 6 de septiembre 2011, 03:09
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Bajo un sol de justicia y en una animada plaza del Milenio, un tradicional tiovivo bajo una carpa roja y amarilla choca con la modernidad de la nueva cúpula blanca. Pero la atracción no es tan tradicional como parece, no tiene motor ni miles de luces de colores y tampoco suena la típica música mientras gira. Este tiovivo es especial, es ecológico y sostenible. Manuel Sañudo, su dueño y creador, montado en una bicicleta y dando pedales hace que en cada viaje los caballitos se muevan.
La bicicleta está en el centro de la plataforma y se engancha a un eje central, que con el pedaleo constante de Sañudo y una pequeña ayuda de la mano hace viajes de tres minutos de duración , aunque confiesa que «siempre se deja un poco más para que los chavales disfruten». Pero aquí todo es insólito, y en la era de lo digital, en este tiovivo el tiempo de los viajes se mide con un reloj de arena. El bolsillo de los padres no sufre mucho, ya que cada viaje cuesta 2 euros.
Reciclaje
En este carrusel atípico, todos los materiales que construyen esta atracción son reciclados. Los caballitos no están hechos de madera ni cuelgan de barras de metal doradas, sino que la piel de estos equinos está hecha con cubiertas recicladas de camiones y se sostienen gracias a cuerdas. Esta idea nace como cuenta Sañudo de «ir viendo en mis viajes diferentes tiovivos de madera y de otros tipos, que se mezclaron con mi afición al ciclismo», pues este santanderino se ha recorrido toda España y parte de Europa dando pedales. En mente, Manuel ya tiene varios proyectos de atracciones impulsados por esta energía a base de pedaladas.
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