Las mejores pinceladas del futuro
Los dieciocho alumnos de esta beca muestran hasta el domingo sus obras en el Palacio de Quintanar El exposición de los pintores pensionados pone el broche de oro al curso desarrollado este mes
SARA MORÁN
Viernes, 19 de agosto 2011, 19:21
Los pintores pensionados retornaron este curso al que es su hogar. Un ramillete de los mejores paisajistas noveles nacionales e internacionales volvieron a su casa segoviana otro agosto más. El Palacio de Quintanar se acicaló durante un tiempo para albergar en estas fechas de canícula veraniega a los prometedores pinceles del futuro, que ya dibujan el presente de la disciplina plástica. El rehabilitado inmueble histórico de la calle San Agustín ha sido su residencia, su escuela y su taller. En él se han manchado, han convivido e intercambiado vivencias, experiencias y conocimientos, se han desvelado, en él han bosquejado sus obras, han buscado la inspiración y en él han enjuagado y limpiado sus pinceles y embadurnado lienzos y lienzos hasta culminar sus cuadros.
Y, en la tarde de ayer, ese remodelado palacete del casco antiguo segoviano se convirtió también en el escaparate de su trabajo y su esfuerzo. Por fin llegó su gran momento, la hora de exhibir el fruto de las horas de clases teóricas, el resultado de la ecuación entre aprendizaje dogmático y práctica despejado durante tres semanas, el tiempo en el que han conseguido plasmar su espíritu en una colección para admirar y comprar.
En todo este tiempo se les ha podido ver por las calles de la ciudad, cargados con sus maletines y centrados en sus caballetes, ensuciándose las manos de color, tomado referencias con el pincel apuntando el horizonte y empapándose de las vistas segovianas y de su luz. Dicen los expertos que la luminosidad de estos lares es incomparable. Y los becados han tratado de reflejar todo eso en sus paisajes que ahora se exhiben. Son estampas naturales o urbanas, más genéricas o más detallistas, realistas o abstractas, impresionistas o expresionistas. Cada uno imprime su estilo y su emoción a la obra.
Respaldo institucional
La exposición de los pintores pensionados fue inaugurada ayer con la presencia de la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Silvia Clemente. Su departamento, a través de la marca de garantía Tierra de Sabor, ha sido una de las entidades que han ayudado a sacar adelante, mediante la manutención de los becados, una nueva edición de este clásico y prestigioso curso estival que llena cada rincón de Segovia del espíritu artístico que despliegan estos jóvenes.
La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, principal promotora de esta cita, no podía acometer sola la andadura, y ha encontrado en Caja Segovia, el Ayuntamiento de la ciudad y en la Diputación Provincial, entre otras instituciones públicas y privadas colaboradoras, unas manos tendidas para que los paisajistas regresaran otro estío más a su hogar y su taller de Segovia.
La muestra permanecerá abierta hasta el domingo, en horario ininterrumpido de 10:00 a 22:00 horas. Por lo tanto, hay que darse prisa si se quieren descubrir e incluso adquirir las creaciones de los becados de este año. En la colección demuestran que sus tres semanas de aleccionamiento y prácticas les han cundido.
Tampoco queda tan lejano ese primer día del aún vigente agosto cuando los dieciocho alumnos posaban ante la fachada de la Academia de San Quirce recién llegados de sus lugares de origen. Arribaron cargados de ilusión y responsabilidad desde diversas facultades de Bellas Artes de España, incluida una representante de la Escuela de Arte de Segovia, otra procedente de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París y un último llegado de la Escuela de Bellas Artes de Atenas. Ese trazo internacional del curso de este verano aún realza más el reconocimiento de una beca que ha logrado perpetuarse en el tiempo incluso cuando los vientos soplan más adversos, como destacó la consejera en la apertura de la exposición. Silvia Clemente felicitó a los alumnos participantes en esta convocatoria y subrayó que ellos y su trabajo artístico ya pasan a formar parte de la historia de Segovia.
Y en el capítulo de las distinciones, el acto de ayer sirvió también para conceder los pertinentes méritos a las mejores obras. La Medalla de Oro recayó en Pablo Merchante, de la Universidad de Sevilla. La de plata fue para el representante de la Complutense, Juan Jesús Lobato, quien además obtuvo el premio de Tierra de Sabor; mientras que Enrique Alonso, procedente de la Universidad de Alicante se alzó con el bronce.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.