Los 600 asesinatos de 'El Compayito'

Las declaraciones ante las autoridades del narcotraficante y jefe de sicarios Óscar Oswaldo García Montoya, alias 'El Compayito', ponen los pelos de punta. «Decapito con las manos, sierra o cuchillo», afirmó en su primera comparecencia ante la procuraduría. Tras su detención admitió con una sangre fría espantosa que ordenó la muerte de 300 personas y personalmente liquidó a otras 300. Y ya ha advertido de que volverá a hacerlo en cuanto pueda aun dentro de la cárcel.

García Montoya, de 37 años, explicó que llama a su banda criminal 'La Mano con Ojos', «porque todo lo veo y todo lo escucho». «En estas organizaciones, uno tiene que tener un concepto para reforzarse e intimidar», confesó sin pestañear. El jefe del grupo, que deja recados con su firma, parece orgulloso de contar sus felonías. Asegura que solo en el DF ejecutó a once personas porque se negaron a sumarse a su organización o la venta de droga.

Rubio y bien parecido, tenía engañados a sus vecinos del residencial barrio de San Jerónimo, al sur de la capital mexicana, que lo describen como una persona «tranquila». Se quedaron horrorizados cuando lo escucharon por televisión confesar que «fue entrenado en Guatemala para matar».

El interrogatorio parecía un careo entre García y el fiscal. «Si te hubiera encontrado, te hubiera matado y hecho pedazos», le espetó el sicario. Hubiera sido su revancha porque el procurador Castillo se negó a aceptar el soborno ofrecido por un lugarteniente suyo.

Ajuste de cuentas

Para el fiscal Castillo, 'El Compayito' es «uno de los individuos más peligrosos del país», un «psicópata» sin arrepentimiento. «Su lógica era matar gente que se la debía y que tenía que pagar. Es una persona entrenada para matar y no tiene el más mínimo miramiento en hacerlo, porque él lo ve como una forma de vida», explicó el procurador tras el careo. Además, «asesinar no era suficiente» para el sicario. «Quería llamar la atención al dejar los cuerpos sin vida en condiciones indignantes. Vengativo, no perdonaba la vida de sus colaboradores cercanos o lejanos», añadió Castillo.

Pero su detención, el jueves pasado, ha enfrentado al Gobierno del Distrito Federal con el del estado de México porque fue el fiscal estatal Alfredo Castillo el que ordenó la redada. «Nos metimos en ello porque ellos (policía del DF) no han podido», justificaba ayer el procurador amenazado de muerte por García Montoya. Los policías estatales allanaron ocho inmuebles y robaron pertenencias a sus propietarios. Por eso, el fiscal capitalino, Miguel Ángel Mancera García, anunció que ya se han cursado citaciones contra los agentes.

Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y uno de los posibles aspirantes a las elecciones presidenciales del 2012, cree que se avecina una nueva ola de violencia tras la detención del jefe de 'La Mano con Ojos', una escisión del cartel de los hermanos Beltrán Leyva que mantiene rivalidad con otros jefes que están presos.