«No echo de menos mi etapa como capitán del equipo de Copa Davis»

Javier Duarte es un hombre de tenis. Fue capitán del equipo de Copa de Davis que salió campeón en el 2000, que fue además la primera para el palmarés español. Ahora entrena a Pablo Carreño, uno de los futuribles del tenis español y que, aun habiendo caído eliminado en octavos del torneo ha dejado buenas sensaciones y detalles de gran técnica. Reconoce sentirse cómodo en las instalaciones del Open, un torneo «simpático» y que conoce bastante bien.

-Es casi un habitual en el torneo de El Espinar.

-Bueno, yo no he venido tampoco muchos años lo que pasa es que soy íntimo amigo de Pedro (Muñoz) y a veces he venido de vacaciones por aquí. Con respecto a jugadores, vine en el 92 con Berasategui y luego también con Murillo algún año. Es la tercera vez que vengo para 'jugar' el torneo, lo que pasa es que he estado más veces.

-¿Por qué ha elegido este torneo para Pablo Carreño?

-En principio estaba dentro de nuestro calendario. Aunque por un momento se salió de nuestra previsión porque lleva seis semanas que ha estado lesionado. Estuvo tres semanas parado, intentó volver en Pozoblanco, se tuvo que retirar, luego estuvo dos semanas más que suman cinco y media, seis y entonces quizás no es el sitio más ideal para empezar. Pero los médicos y el fisio dijeron que estaba bien y que adelante. Entonces, yo me había comprometido y he venido.

-¿Cómo ve la evolución del torneo?

A mí el torneo me gusta mucho, siempre me ha gustado y siempre se lo he dicho a Pedro, que es mi referente con respecto al Open de El Espinar, y a Javi Martínez que toda la vida ha sido el director. Es un torneo simpático. ¿Por qué simpático? Porque te tratan de maravilla, porque el hotel está francamente bien y cerca, porque se come 'de narices' y encima es en España, pues siempre que se puede se viene.

¿Cómo está viendo en su progresión como jugador?

-Durante este año está mejorando bastante. Aunque yo creo que le falta mucho, creerse que puede desarrollar mucho más tenis del que desarrolla... pero va evolucionando bien.

-Ha cumplido recientemente 20 años... ¿Se atreve a decir dónde podría estar en un futuro?

-No, me lo quedo para mí. Yo tengo confianza y siempre digo que la gente que triunfa es la gente que se gana la vida jugando al tenis. Espero que pueda ser uno de ellos.

-¿Dirige a otros jugadores?

-En estos momentos estoy exclusivamente con Pablo, desde diciembre aproximadamente.

-También imagino que es necesario que el jugador se sienta respaldado por un entrenador. Por aquí se ve a muchos que van sin él. ¿Es importante que vaya acompañado no?

-Cada uno hace lo que cree conveniente. Yo personalmente creo que es bueno que una persona, sobre todo a edades como estas, tengan un entrenador y alguien que crea en ellos. Lo importante no está tanto en el entrenador, sino en que haya una persona que confíe en sus capacidades. Aunque también hay que decir que, por desgracia, no todos los que vemos van a ser top-50 con lo cual no siempre es fácil. Uno se hace mayor, a veces las prioridades cambian, se casan, tienen novia, están como 250, 300 del mundo y a veces no se puede pagar a un entrenador. Por esta razón hay que comprender a los que no lo llevan.

-¿Qué trata de aportar a Pablo Carreño?

-Simplemente que él sepa lo que realmente puede hacer, que pierda el miedo a medirse a gente buena y que sepa perfectamente que puede ir trabajando. Mira, hay una cosa que siempre he dicho toda mi vida y que se llama TTI: trabajo, talento e ilusión. Él trabaja mucho, tiene cierto talento y tiene mucha ilusión. Si con todo esto lo dedica y vive para ello, yo creo que lo conseguirá.

-Usted que es un técnico muy experimentado dentro de este deporte, ¿Qué radiografía haría del tenis español a día de hoy?

-Te diría que desde hace 20, 22 años está fantástico pero en un futuro, si nos referimos a 'La Armada', contar con diez, doce tenistas como hasta ahora... en la próxima década no lo veo. Si hablamos de que se vaya a acabar, tampoco es verdad. Van a haber buenos jugadores pero no van a salir ni con 18, 19 años; van a salir con 22 y 23 años y no van a ser diez o once, sino que van a ser tres o cuatro.

-Habar de un relevado para Nadal es imposible ¿no?

-De lo que hay que hablar es del relevo para el tenis español. Relevo para Nadal... como no salga otro Nadal, quizás su hijo (se ríe).

-Fue capitán de Copa Davis durante el año 2000... ¿No echa de menos esa faceta?

-Para nada. Fue un momento precioso, uno de los mejores de mi vida deportiva pero cada cosa tiene su momento. Me encanta la Copa Davis, me encanta ir a a verla y me encanta que ganen los jugadores españoles. He tenido la suerte no solo de haber ganado la primera como capitán, sino de haber estado en la que ganamos en Argentina como director deportivo. Luego en las otras dos había jugadores míos dentro... He vivido las cuatro Copa Davis y ojalá pueda vivir más, pero echarlo en falta no. Cada cosa tiene su momento y ahora es el momento de otras personas.