Condenado a tres años de cárcel por causar ocho incendios forestales en Ávila
Diego M. L., voluntario de Protección Civil, admitió haber provocado el fuego «porque se le iba la cabeza»
EL NORTE
Sábado, 2 de julio 2011, 20:41
La Audiencia Provincial de Ávila ha condenado a tres años y un día de prisión a Diego Martín L., un vecino de Casillas (Ávila), voluntario de Protección Civil en este municipio, que provocó ocho incendios forestales en el verano de 2009 en esa zona, informa Ical. Según la sentencia, el acusado, que fue juzgado por un jurado popular hace dos semanas, «de forma intencionada, prendió fuego en reiteradas ocasiones», entre los meses de julio y septiembre de ese año, en montes y fincas de los términos municipales de Sotillo de la Adrada, Casillas y Santa María del Tiétar
El total de la superficie quemada fue de 7,08 hectáreas, lo que generó unos gastos, en medios de extinción, cercanos a los 135.000 euros, además de pérdidas por importe de algo más de 15.400 euros.
El acusado, que entonces tenía 26 años, ha sido condenado a indemnizar al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León con 134.475,14 euros y al Ayuntamiento de Sotillo de la Adrada (Ávila) con otros 7.733, según la sentencia, dada a conocer ayer.
En la sentencia se considera atenuante el hecho de que Diego M. L. confesara los hechos en primera instancia, en su primera declaración ante la Guardia Civil de Sotillo de la Adrada, en el momento de su detención, el 21 de septiembre de 2009, reconociendo que había prendido los fuegos con un mechero porque «se le iba la cabeza», pese a que, con posterioridad, únicamente admitió ser responsable de tres de los ocho incendios, postura que mantuvo durante el juicio, aunque, en su desarrollo, indicó que los había provocando tirando una colilla encendida al suelo, pues «no sabía lo que hacía».
A pesar de esa atenuante, no se admite que el acusado provocara los incendios como consecuencia de una «anomalía o alteración psíquica», como sostuvo la defensa y el propio acusado, quien durante el juicio afirmó no saber lo que hacía y que se encontraba «deprimido» por problemas sentimentales.
Testigos
En este sentido, la convicción del jurado de que él provocó los ocho incendios que se le imputaron se vio reforzada al saberse que, en las cercanías de alguno de los fuegos, varios testigos habían divisado el vehículo que conducía el acusado.
Junto a los testimonios de la alcaldesa de Casillas, Beatriz Díaz, de varios peritos y guardias civiles, el fallo, además, subraya que «desde que se detuvo al acusado, en la zona no se volvió a producir ningún incendio». Aunque los incendios solo quemaron siete hectáreas de monte de tres términos municipales, el riesgo de propagación era «muy alto», según los testigos, «dado el calor reinante y la sequía» en esa época, y las consecuencias no fueron mayores por la «rápida intervención de los servicios de extinción de incendios» y la llegada de los medios aéreos.
La sentencia puede ser recurrida, en recurso de apelación, ante la Sala de lo Penal del Tribunal de Justicia de Castilla y León, y la defensa ya anunció que recurrirá.
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