Los desconocidos dibujos del Prado
Pequeñas muestras de Goya, Fortuny, Murillo o Ribera y fotografías del siglo XIX forman parte de la 'secreta' colección de la pinacoteca El museo expone por primera vez las obras sobre papel adquiridas en los últimos años
DANIEL ROLDÁN
Viernes, 6 de mayo 2011, 03:31
Están guardados con un celo especial. Cualquier exceso de luz o un roce inesperado les puede causar un daño irreparable. Son las estampas, dibujos y fotografías del Museo del Prado que custodia el Gabinete de Dibujos y Estampas, dirigido por José Manuel Matilla. Ahora salen a la luz, tenue por necesidad, en la exposición 'No solo Goya'. Una selección de 110 obras adquiridas por la pinacoteca madrileña entre 1997 y 2010 y que se pueden ver desde ayer y hasta el 31 de julio. Estas adquisiciones se realizaron con «discreción y especialización», como señaló el director del Prado, Miguel Zugaza, para completar el mundo pictórico.
Asimismo, destacó la importancia de estos dibujos a pesar de su vida monacal en el edificio de los Jerónimos ideado por Rafael Moneo. «Tienen una vida discreta, reservada a los estudiosos. Pero eso no les resta grandeza», explicó el máximo responsable del Prado. Estos dibujos ahora expuestos se integraron con los fondos del llamado obrador real, del Museo de la Trinidad y del Museo de Arte Moderno. Esta colección se amplió con el legado de Pedro Fernández Durán en 1931 y ha continuado incrementándose con adquisiciones relevantes a lo largo de los años.
La primera parte de la exposición está dedicada a los dibujos españoles de los siglos XVII al XIX, que constituyen la columna vertebral de la colección de dibujos del museo. En este grupo destacan los dibujos de artistas del siglo XVII, como Alonso Cano, Murillo, Ribera o Francisco Pacheco, junto a los de artistas de los siglos XVIII y XIX, como Paret o José y Federico de Madrazo, entre otros. A continuación, aparecen los dibujos de Francisco de Goya. Forman el mayor número de obras sobre papel que han entrado en el museo en tan poco espacio de tiempo desde la incorporación de los álbumes procedentes del museo de la Trinidad (1872) y los dibujos preparatorios para sus grabados comprados a Mariano Carderera en 1886.
El visitante podrá ver dibujos de álbumes, desde el primero elaborado en Sanlúcar hasta el último de Burdeos, pasando por el extraordinario álbum de bordes negros; dibujos preparatorios para grabados, como el retrato del conde Gausa grabado por Fernando Selma; primeras ediciones de sus series de estampas, como la 'Tauromaquia' o los 'Desastres de la Guerra', y pruebas de estado para los Caprichos. En este conjunto, también se encuentran las cartas a Martín Zapater, que completan las adquiridas con anterioridad, a las que se añade la carta enviada a Joaquín María Ferrer desde su exilio final en Burdeos.
Teoría del arte
Después de visitar al genio aragonés, la exposición prosigue con el legado de la familia Madrazo, en la que está representada toda esta dinastía de pintores -José, Federico, Raimundo, Juan y Pedro- además de Mariano Fortuny. Este conjunto -formado por dibujos, estampas y fotografías- permite conocer el proceso creativo de estos artistas y revela, a través de las obras sobre papel que coleccionaban, sus intereses y sus gustos. A continuación, se muestra la colección de estampas y dibujos relacionados con la teoría del arte y la arquitectura, así como con la reproducción, interpretación y difusión de la pintura, de José María Cervelló.
La parte final de la muestra está dedicada a los cuadernos y álbumes de dibujos, aspecto muchas veces olvidado por la historiografía artística y el coleccionismo. Se exponen las adquisiciones de álbumes y cuadernos de artistas españoles de los siglos XVI al XIX que permiten apreciar su proceso de trabajo y aprendizaje. Desde el más antiguo de un artista anónimo del círculo del escultor Juan de Anchieta a los más modernos de Martín Rico.
Por último, aparecen las fotografías en tres apartados. La primera sección centrada en los álbumes, concebidos como muestrario, ilustración o ejercicio estético, como los de la empresa Laurent y Compañía hasta el álbum realizado con detalles de pinturas del museo presentes en la exposición celebrada en Ginebra durante la Guerra Civil, estas obras permitirán analizar el papel que desempeñó la fotografía en la difusión y estudio de las obras de arte. Una segunda parte está formada por fotografías exteriores de la pinacoteca y retratos de Isabel II realizados por Jean Laurent, que evidencian las posibilidades expresivas del retrato y su uso como modelo por los pintores.
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