Pozo de la Nieve, recientemente rehabilitado. :: FRAN JIMÉNEZ
VALLADOLID

Nava del Rey pide que el Pozo de la Nieve sea Bien de Interés Cultural

El depósito, del siglo XVII, estará abierto al público todos los días de forma gratuita

PATRICIA GONZÁLEZ

Jueves, 31 de marzo 2011, 02:17

Publicidad

El municipio vallisoletano de Nava del Rey solicitará la Declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para el nuevo recurso turístico y único en toda la provincia de Valladolid, el denominado Pozo de la Nieve, según adelantó el alcalde de la localidad, Cirilo Moro García, quien explicó que la iniciativa obedece a que, «en abril de 2010, la Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid celebró en la localidad su junta ordinaria y acordó promover dicha declaración atendiendo los valores históricos, artísticos y etnográficos de esta construcción».

Las obras de rehabilitación integral del Pozo de la Nieve, que ha estado tapiado tres décadas, han tenido una duración de tres meses y fueron financiadas a cargo del Fondo Estatal de Empleo y Sostenibilidad Local, el designado Plan E, con una inversión global de 55.000 euros. Este singular edificio, datado entre los siglos XVII-XVIII y administrado por los réditos de la cofradía de las Ánimas del Purgatorio de Nava del Rey, permanecerá abierto todos los días desde las 8:30 horas a las 19:00 horas, según comentó Moro García, quien agregó que «la entrada al edificio será gratuita y, al tener cerrados Los Santos Juanes, los visitantes a Nava del Rey podrán suplir la visita a la iglesia con el Pozo de la Nieve».

Situado junto al Lavajo de las Cruces, a la derecha del camino que conduce hacia la ermita de Nuestra Señora de la Concepción, se levanta el que fue durante siglos el único refrigerador de hielo de la localidad y de los alrededores.

El pozo tiene más de seis metros de profundidad y también se han acondicionado los exteriores del edificio y se ha construido una rampa de acceso.

Venta de hielo

Publicidad

Su uso se generalizó durante los siglos XVII-XVIII, cuando los neveros (nombre con el que se conocía a los trabajadores del pozo) transportaban la nieve desde la montaña y la almacenaban en estos edificios donde la prensaban. Una vez formada la capa de hielo de metro y medio de espesor, se ponía por encima paja para su posterior conservación y comercialización. De igual forma, la nieve se vendía en forma de aloja (nieve mezclada con miel y otras especias).

En 1906 el Ayuntamiento construyó anexo al pozo una casa-asilo que hoy no existe. En la década de los sesenta del siglo XX el pozo se utilizó como depósito de orujo, e incluso de paja.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad