La fachada de la USAL enseñará más que la rana

Es una de las cartas de presentación de Salamanca en todo el mundo y quizá sea su monumento más visitado. La fachada de la Universidad de Salamanca es el manifiesto fundacional del estilo plateresco y además de la impresión general que supone su contemplación en conjunto, está salpicada de detalles y elementos curiosos que podrán ser vistos como nunca por el visitante gracias al proyecto de restauración acordado entre la entidad académica y la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.

Los dos organismos han rubricado un convenio de colaboración que permitirá a la fachada del edificio de Escuelas Mayores someterse a un ambicioso plan de estudio, catalogación de todos sus elementos y restauración. Un plan que, según señalaba el vicepresidente de la Fundación del Patrimonio Histórico, Gonzalo Jiménez, posibilitará contemplar «mejor que nunca» los relieves de la fachada, que sufre graves problemas de humedades, filtraciones y grietas.

Jiménez destacó que el acuerdo contempla un plan de «difusión y divulgación paralelo a las obras» que permitirá compatibilizar la realización de los trabajos con visitas turísticas que «podrán ver mucho mejor la fachada de lo habitual, gracias a la cercanía». Para ello, se estudia en estos momentos si se habilitará un sistema de andamios compatible para visitas y obras o si se elige otro tipo de fórmula y la manera de minimizar el impacto visual del andamiaje, con un sistema que reproduzca la fachada.

Y es que este singular elemento del patrimonio salmantino recibe cada año cientos de miles de visitantes, muchos de ellos atraídos por la presencia entre sus motivos de una emblemática y llamativa rana.

El anfibio, situado sobre una calavera en la parte derecha del espectador, ha acaparado la mayor fama de todo el proyecto iconográfico del inmueble y seguramente ver de cerca este elemento será un gran reclamo para las visitas durante las obras.

Advertencia a estudiantes

Sin embargo, junto a la rana -considerada por los expertos como un símbolo de advertencia hacia los estudiantes para no dejarse llevar por el vicio- hay otros muchos elementos llamativos que quizá ahora puedan disfrutar de algo de popularidad. Es el caso de un bufón de lengua viperina que remata la fachada en la parte central y que parece poner en solfa todas las glorias esculpidas en piedra. No menos llamativas son dos parejas de monos que narran con todo lujo de detalles las actividades más primarias de los homínidos.