El 'alma' de la vieja Calle Real

Los comercios, bares y cafeterías de Segovia abren y cierran sus puertas de manera continua. A veces no nos damos cuenta, pero esta circunstancia usual, cotidiana, también contribuye a cambiar la fisonomía de la ciudad y a acotar las distintas etapas de la pequeña historia local, del hilo narrativo de la vida que el devenir diario va tejiendo poco a poco y sin hacer demasiado ruido.

Hoy les recomiendo fervientemente que visiten el Museo Rodera-Robles (San Agustín, 12). En sus pequeñas salas van a encontrar una exposición que da cuenta de las transformaciones que la Calle Real segoviana experimentó a lo largo del siglo XX. Se trata de una colección de fotografías, de esas de anónima factura que la gente guarda en sus casas, así como de anuncios, carteles, recortes de prensa e incluso objetos que en su día formaron parte de aquellos antiguos comercios de la calle más transitada de Segovia. 'La Calle Real de arriba abajo' -así se llama la exposición- rescata la memoria de la vía más transitada y popular de la ciudad, el gran pasillo de la casa común de los segovianos que conecta el cuarto de estar con el comedor o viceversa, como bien explica el director del museo, Rafael Cantalejo.

A izquierda y derecha de este pasillo urbano se han desarrollado infinidad de negocios durante los últimos cien años, y éste es precisamente el argumento de una muestra que despierta en el visitante sensaciones y sentimientos profundos, pues muchas de las imágenes que exhibe, atravesadas por la nostalgia, transportan a épocas menos fáciles, es cierto, pero sí queridas y añoradas.

El recorrido es fácil de seguir. Comienza en la Plaza Mayor y da cuenta de negocios tan célebres como el SPAR de la fachada de azulejos de cerámica, la perfumería Velasco, Salcedo, Mollinedo, El Toledano, Casa Mozo -¡Cuántos segovianos habrán comprado vinilos en esta tienda de discos regentada por el inolvidable Pepe Mozo!- o Casa Fermín, comercio especializado en lanería, sedería, camisería y géneros de punto. Unos metros más abajo, en plena plazuela del Corpus, en el mismo lugar donde hoy se encuentra la cafetería La Colonial, estaba Casa Ulpiano, de tejidos y novedades, rodeada de confiterías en cuyos escaparates se anunciaban ricas yemas de Segovia. El trajín cotidiano de la Calle Real animaba la atmósfera de un lugar concurrido y bullicioso: La Gafita de Oro, la perfumería de don Luis Martín García Marcos -el poeta-, la sombrerería de Claudio Moreno, el negocio de Enrique Redondo, Casa Solera y sus máquinas de coser «suaves, seguras, rápidas y modernas».

Las 'sirenas' de San Martín también han sido testigo de los cambios en la vida comercial. Muebles Román López, Almacenes Heredero, el Gran Hotel Las Sirenas, la zapatería Los Chicos... (A comienzos del siglo XX funcionaban en esta zona la zapatería La Garza Real y la Imprenta de Ondero, en la mismísima Casa del Siglo XV). Y los establecimientos siguen pasando, como si de una película cinematográfica se tratara: la librería de la Viuda de Mauro Lozano, Electrón (radio, foto, electricidad), Confecciones Germán Elías, librería María, Esali, Illanas, librería La Fuencisla (con la frutería enfrente), calzados El Sol, La Fama, la cafetería Castilla... Y ya en la calle Cervantes, el recordado teatro -hoy desaparecido-, Novedades Bella, el Salón de Modas, calzados La Ideal, sastrería Garzón, Casa Santamaría (Quintanilla), Calderón, Elías y Serrano, Migueláñez, pañerías Herrero, saneamientos Maroto y La Tropical, la cervecería que Paco Velasco fundó en 1936, mentidero de tertulias futbolísticas en los cuarenta y cincuenta, en torno al popular Mariano 'Chocolate', camarero de la casa y futbolista de la Gimnástica Segoviana. La ferretería Hispano y la barbería de Paco 'El Pistolas' ponen el epílogo.

La coordinación de la exposición ha corrido a cargo de Juan José Bueno, y la realización, de Juan Ignacio Davía San José. Ambos han contado con la colaboración de Juan Pedro Velasco Sayago, Ramón de Blas Recio, Juan Francisco Sáez Pajares y un grupo de segovianos que aún conservan en sus álbumes particulares estas maravillosas instantáneas que forman parte de la memoria colectiva del pueblo segoviano, de la memoria de todos.

'La Calle Real de arriba abajo' permanecerá en el museo Rodea-Robles hasta el próximo mes de junio.