Un furtivo mata en Velilla un macho y una hembra de rebeco fuera de temporada

La guardia Civil ha presentado denuncias en la Delegación Territorial de la Junta a un vecino de Ampuero (Cantabria), de 32 años de edad, como presunto autor de varias infracciones a la vigente Ley de Caza en Castilla y León. El cazador, que iba acompañado de otra persona, fue sorprendido cuando abatía a dos ejemplares de rebeco en un coto privado, en el término de Velilla del Río Carrión.

La operación, en la que intervinieron agentes de la Guardia Civil de la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Guardo, así como una patrulla de Seguridad Ciudadana de esta localidad, se produjo como consecuencia de las investigaciones practicadas durante los últimos meses para la vigilancia y control medioambiental, en prevención de la caza furtiva.

Cuatro disparos

Los hechos, según información de la Subdelegación del Gobierno en Palencia, se iniciaron cuando los efectivos de la Guardia Civil, ubicados en diferentes lugares estratégicos, dentro de un coto privado de caza de Velilla, observaron la presencia de un vehículo sospechoso, ocupado por dos personas. Una de ellas, que portaba una mochila y un rifle descendió del turismo, mientras que la segunda permaneció en el vehículo. El furtivo que llevaba el arma efectuó cuatro disparos y abatió dos ejemplares de rebeco (un macho y una hembra), que dejó en el lugar, para a continuación descender de una colina, recoger sus pertenencias y abandonar inmediatamente el lugar con el vehículo.

Los guardias civiles procedieron inmediatamente a la localización e identificación de las dos personas. Posteriormente se formularon las denuncias por diversas infracciones a la Ley de Caza en Castilla y León. Entre las ilegalidades en las que ha incurrido el denunciado está la de carecer de precinto y la de cazar fuera de temporada, ya que la época de precintos de rebeco finalizó el día 15 de noviembre y la persona denunciada carecía del sello para abatir esta especie: únicamente portaba un precinto para un ciervo.

Además de la identificación y las denuncias, en la operación se intervinieron y decomisaron los trofeos de caza, que fueron recogidos por los guardias civiles en el lugar donde habían sido abatidos.