Cócteles fantasmagóricos

Quien pensara que para tomarse una buena copa fría sin que el hielo acabase aguando la bebida había que remontarse a la Edad de Hielo o acudir a alguno de los escasos 'ice bar' que pueblan la geografía española estaba equivocado. Una empresa española, Articube, ha puesto en manos de los hosteleros un revolucionario congelador instantáneo de vasos y hielos que pone los cubitos a 40 grados bajo cero en cuestión de segundos. El restaurador José Luis González Mesonero ha sido el primero en apostar por este innovador complemento en Valladolid, una de las 'joyas' de su nuevo establecimiento, Icecool, que abrirá sus puertas esta semana en la calle Gabilondo.

«Lo importante de una buena copa es que sepa igual desde el principio hasta el final», explica José Luis, quien con su nuevo local quiere dar un paso más allá hacia la calidad y, por eso, además de este minicongelador express de hielos y copas, también ha instalado un artilugio que crea hielo sólido. «Yo quiero mi bebida en mi nariz», sentencia. Y lo consigue. Como por arte de magia, este Merlín de la coctelería añade ralladura de hielo seco en las copas y el aroma, en forma de humo blanco, es espectacular. Piña, lima, naranja, limón, pomelo, arándanos, eneldo, tomillo... «La idea es que cada cliente pueda personalizar su copa a su gusto. Que lo que se sirva en este local sean copas de autor», cuenta este empresario, con 18 años de profesión a sus espaldas.

Y no sólo cócteles. En el Icecool el hielo seco (nitrógeno alimenticio) se cuela hasta en el café. «Acentúa su aroma», repite este apasionado del perfume que emana de una buena bebida. No quiere hablar de precios porque «tenemos desde las marcas más populares a las 'premium'» pero «todas las copas van a llevar humo. El humo es el aroma de la copa», cuenta José Luis, orgulloso de haber sido el primero en traer este invento a Valladolid. «Pronto habrá más. Muchos compañeros ya han pasado a ver la máquina y la quieren. En Valladolid apostamos por la calidad».