La muerte de Fernando Urdiales ensombrece el mundo de la escena

El mundo de la escena teatral de Castilla y León sufrió ayer otra pérdida. Fernando Urdiales, fundador y director de Teatro Corsario, fallecía al mediodía, a los 59 años de edad, en el hospital Río Hortega. Su pérdida se suma a la de los actores vallisoletanos Ricardo Vicente, en marzo de 2009, y Agustín Poveda, en noviembre de ese mismo año.

Urdiales moría sobre las dos de la tarde, el mismo día que su compañía volvía de la localidad mexicana de Guadalajara, donde habían puesto en escena 'La barraca de Colón' en los actos conmemorativos de la Feria Internacional del Libro, y 'Aullidos', en México DF. Fuentes del entorno del grupo escénico comentaron que el actor -trasplantado de hígado hace una década- no pudo viajar a México por padecer problemas de salud que finalmente se agravaron por una afección pulmonar.

Su desaparición deja un enorme hueco en el mundo de la escena castellana y leonesa, en el que ha desempeñado un papel esencial a través de su compañía, que inició su andadura por los escenarios en 1982, erigiéndose en una de las más relevantes y premiadas.

Fernando Urdiales (Valladolid, 1951) completó sus estudios de Medicina en la ciudad del Pisuerga, pero la llamada del teatro fue más intensa y en los años setenta pisa las tablas del escenario a través de un grupo universitario, y más tarde con el Corral de comedias, Teloncillo y el Teatro Estable de Valladolid.

Su trayectoria aparece marcada por la adaptación teatral que realiza junto a sus compañeros de los clásicos en lengua castellana. De hecho, Urdiales era el responsable artístico del Festival de Teatro Clásico de Olmedo desde que esta iniciativa echó a andar en 2006. Desde 1989 la formación ahonda su pasión por el teatro clásico del Siglo de Oro español, una apuesta diferenciadora de calidad, que le ha llevado a convertirse en una de las formaciones más sólidas y reconocidas en el ámbito nacional.

Su repertorio más reciente que figura en el calendario de representaciones lo componen los espectáculos de títeres 'La maldición de Poe' y 'Aullidos' y, como obras teatrales, 'El caballero de Olmedo', de Lope de Vega; 'El cuervo', de Allan Poe; 'Los locos de Valencia', de Lope de Vega; 'La barraca de Colón' y Pasión', estas últimas de Fernando Urdiales.

El primer homenaje tributado al fundador de Corsario tuvo ayer tarde como escenario al Teatro Zorrilla. Allí se guardó un minuto de silencio secundado por aplausos minutos antes del comienzo de la entrega de los premios de la XXVII Muestra de Teatro Provincial. Ramiro Ruiz Medrano, presidente de la Diputación, comentó que se había pensado suspender el acto, una opción que finalmente se desestimó «porque el mismo Urdiales no lo hubiera permitido; ha sido uno de los principales precursores del teatro en la provincia».

La consejera de Cultura, María José Salgueiro, lamentó la pérdida de una personalidad distinguida por su carácter «conciliador y constructivo», según declaraciones recogidas por Europa Press. «Urdiales tenía «miles de ideas y todas buenas y constructivas. Siempre sumaba».

Galardonado con el Premio Castilla y León de las Artes en el 2004, la sociedad teatral que comandaba Fernando Urdiales cumplió en el 2007 veinticinco años de andadura subiendo y bajando telones, buena parte de ellos como referencia escénica de pueblos y ciudades de la región en las que promovieron el gusto y el interés por este arte.

Más allá de la dedicación a su compañía, su ausencia se dejará notar con fuerza en foros en los que dejaba su impronta, como el Consejo de las Artes Escénicas, la Asociación de Directores de Escena de España o la Unión de Actores de Castilla y León.

A última hora de la tarde de ayer se concentraban en las instalaciones del tanatorio San José decenas de amigos y familiares del fallecido. En el crematorio del tanatorio San José, recibirá a partir de las 19.00 horas el último adiós de quienes más le quieren.