El derribo de la casa de Coronel Rexach lo piden los vecinos, asegura Luquero

Clara Luquero, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Segovia aclaró ayer las dudas planteadas por el grupo de concejales del PP sobre el grado de protección del edificio del número 23 de la calle Coronel Rexach, que será derribado para ensanchar el cruce de la calle Larga. La portavoz socialista manifestó que el derribo «es una demanda ciudadana» que el equipo de Gobierno ha decidido llevar a cabo porque invade la acera, no está alineado con el resto de la calle Larga y supone un peligro para los ciudadanos y para los vehículos que pasan por allí, «y el objetivo es velar por la seguridad de los ciudadanos».

En contra de lo que afirmó hace unos días la concejala del PP Susana Moreno, quien dijo que el edificio está protegido por el planeamiento urbanístico y el equipo de Gobierno no l ha descatalogado en siete años, Luquero afirmó que esta casa estuvo catalogada en el Plan General de Ordenación Urbana de 1984, pero no lo está ya en el de 2008 y tampoco en el nuevo Plan Especial de las Áreas Históricas.

Cabe recordar que la Comisión Territorial de Patrimonio, en sesión celebrada el 7 de julio de 2009, emitió un informe favorable a la propuesta de derribo de acuerdo con la documentación presentada por el Ayuntamiento en el que, como órgano asesor, indicó la salvedad de que la casa estuviera catalogada con algún nivel de protección. En este sentido, la Delegación Territorial de la Junta ha aclarado que «la posible catalogación del edificio estará referida en todo caso a aspectos urbanísticos en los documentos de planeamiento urbanístico municipal no en la legislación de Patrimonio Histórico Artístico ni en sus figuras de protección».

Así, tras asegurar que el edificio no está catalogado en la actualidad, Luquero declaró que el derribo es una demanda ciudadana y que el equipo de Gobierno ha decidido avanzar los trámites para proceder a la demolición en el momento oportuno. Con cierta ironía, recordó el caso del armazón de hormigón que se mantuvo casi veinte años junto al Acueducto y dijo que «el PP tiene cierto gusto a mantener edificios ruinosos o inacabados durante años».