Sábado de fiesta con la I media maratón

La opción en una tarde desapacible, con niebla y ligero frío, era acurrucarse en el sofá y ver, por ejemplo, la visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela. O si no, alguno de los filmes de sobremesa. O tomarse un café en un bar y jugar la partida. O echarse la siesta. Pero era tarde de sábado, tarde de fiesta, y más festiva la hizo aún la I Media Maratón Ciudad de Palencia, que organizó EL NORTE DE CASTILLA junto con el Patronato Municipal de Deportes y que consiguió sacar a las calles de la ciudad a cientos de palentinos para aplaudir a los 900 esforzados atletas que participaron en la prueba desafiando al tiempo y a la parrilla de televisión, y al mus y al tute o a la cabezada enrollado en una manta.

Que era un día de fiesta quedaba bien claro paseando por la avenida de Castilla media hora antes de la prueba, colapsada como estaba por camisetas y chándals de múltiples colores que hacían calentamiento antes de dirigirse a la línea de salida, que escuchó dar el pistoletazo con puntualidad inglesa. A las 18 horas. Y a las 18 horas y 'pocos' minutos marchaba ya destacado un grupo de seis atletas. Fernando Álamo, del Vaillant Racing de Valladolid, abría el grupo, y le seguían los palentinos Orlando Castro y Francisco Santos Rey, así como Rubén Mena, Jorge Potente (Vaillant Racing) y Javier Sangrador (Vino de Toro). Detrás, todo el grueso de la carrera. Cubrían todos el primer paso por la rotonda de La Lanera, y allí, resguardada del frío, Marta Domínguez, la mejor atleta española de la historia, seguía la I Media Maratón de incógnito, como su embarazo hasta hace días.

Antes del kilómetro 4 se habían caído ya de ese grupo Rubén Mena y Javier Sangrador, y parecía que la carrera iba a decidirse, a pesar de los muchos kilómetros que faltaban aún, entre Álamo, Potente, Santos Rey y Castro. Juntos pasaron por la meta en la primera de las tres vueltas (con 23.42), pero Orlando Castro se retiraba en el kilómetro 10, justo ante el colegio en el que estudió, el Marista Castilla. Tres atletas seguían, pues, delante, pero a ellos se sumó un cuarto, Rubén Castrillo (UBU), un joven burgalés que apareció de entre la neblina por el paseo del Salón y que dio caza al terceto en la Calle Mayor. Era el kilómetro 12.

Castrillo fue el gran animador de la carrera. La dinamitó. Y es que, ya en la Calle Mayor, un arreón suyo solo pudo aguantarlo el veterano Francisco Santos Rey, con lo que los dos atletas efectuaban solos el segundo paso por vuelta (47.45).

En los últimos 7,030 kilómetros se decidió todo. Castrillo y Santos Rey llegaron juntos hasta el parque del Salón, donde los tiras y aflojas entre ambos atletas eran continuos. Al final, Santos Rey imprimió más ritmo y se zafó de Rubén Castrillo en la entrada en la Calle Mayor.

En la meta, Santos Rey llegó vencedor con un tiempo de 1.12:06. «Se han sentado las bases para una gran carrera que hay que intentar consolidar», comentaba exhausto tras cruzar la cinta. A 21 segundos llegaba Rubén Castrillo, y después, en un incesante goteo, el resto de los atletas, entre ellos la abulense Yolanda Vázquez, que ganó en la categoría femenina, con 1.28.45.